Distorsión de la Realidad

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Sorry por la tardanza, otra vez xd. Mi computadora es una kk 😑😞. Espero y disfruten el cap. tanto como yo. También me emociona mucho saber que casi llegamos a las 2K lecturas!!! ILY chicas💞💞

Aang

El lugar estaba hecho un desastre.
Agradeció profundamente que nadie se encontrara cerca, salvo el.

Una larga y dolorosa herida sobresalía de su antebrazo, producto de la explosión hace unos minutos.

Un trozo de metal lo había golpeado, perforándole varias capas de piel, dejando salir con lentitud ese líquido rojo que brotaba de su interior.

—Tenemos que ir adentro— le dijo finalmente Toph, una vez que los ánimos de ambos estuvieron más relajados —Katara te ayudará con eso—.
Aang le tomó la palabra y se dirigió junto a la Jefa de Policía hacia su casa. El Maestro Aire avanzaba con dificultad por los escalones que daban al centro del templo.

Los acólitos estaban bastante lejos del atentado, probablemente del lado contrario de donde todo ocurrió, eso logro quitar un gran peso a su preocupación.

Justo cuando comenzaban a darse paso, Katara y Sokka llegaban con asombro a donde ellos se encontraban.

La Maestra Agua se aproximó a él, rodeándolo con ambos brazos sobre su cuello, viendo de reojo el risco donde había ocurrido la explosión.

—¡Aang! ¡¿Estás bien?! ¡¿Te sucedió algo?! — preguntaba una y otra y vez, respirando de manera nerviosa.

Antes de que Aang pudiera responder, Katara dirigió su rostro con miedo hacia los ropajes manchados de sangre del Avatar.

—Estas herido—De inmediato hizo fluir agua de su cantimplora y con ambas manos hizo presión sobre su antebrazo —Vamos adentro...ahora—.

Sintió una mejora al instante cuando pudo sentir la frescura del agua fluir sobre su herida; El brazo dejó de arder y logró mover sus dedos con más facilidad.

Se sentó en la silla que estaba en la habitación donde se encontraba Suki, Toph y Sokka también se encontraban ahí.

—¿Qué fue lo que ocurrió, Aang? — Nadie había dicho nada en lo que se dirigían a la recamara. Katara había escuchado la explosión, asi que de inmediato se dirigió hacia donde él se encontraba, se notaba de lejos su preocupación.

—Un maldito loco se metió a la isla— respondió Toph en su lugar.

Sokka y Katara cruzaron miradas de preocupación.

—Creo...Que nos estaba espiando— sollozó el Avatar —Quería hablar con el eh interrogarlo, pero no pude capturarlo a tiempo—. El Monje logró recargarse sobre el respaldo de la silla, liberando un suspiro de alivio al sentir desaparecer el dolor casi por completo.

Katara frunció el ceño, alcanzó a tomar con su mano cálida el rostro de Aang, obligándolo a verla —Sabes que no puedes resolver todos los problemas asi, cariño—. Muchas veces se lo repetían, de alguna manera tenía la esperanza de hacer razonar a esas personas —No todos piensan como tú, Aang —repuso Katara —Ellos harán lo que sea para hacerte daño, ten más cuidado, por favor—.

El Avatar suspiro nuevamente, antes de darle la razón a su novia.

—Supongo que estas en lo correcto— dijo el Monje, abatido.

Talvez ser compasivo con todas las personas no era lo correcto, debía dirigir toda su autoridad como Avatar hacia esos delincuentes.

—Quienes eran ellos? — demandó saber la Maestra Agua a todos los que ahí se encontraban —¿Qué buscan de nosotros? —.

Avatar • Amor VerdaderoWhere stories live. Discover now