❤️ Giyuu Tomioka ❤️

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Anime: Kimetsu no Yaiba

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Saque mi espada y me dispuse a
entrenar.. ¡Respiración de no se que, novena postura!

–¡Oye_____!, ¡te eh dicho que dejes de burlarte de los entrenamientos!.

Por la puerta del salón de entrenamiento apareció el hombre más guapo y sexi que había visto en mi vida. Y bueno también era el encargado de entrenarme. El famoso Giyuu Tomioka.

–Esta bien, está bien. –dije al borde de la risa. Si había algo que me gustaba era hacer enojar a Tomioka.

–Empieza a tomarte enserio el entrenamiento o así nunca lograrás ser un pilar. –exigio molesto.

–Comprendo, pero no te enojes o te saldrán arrugas. –dije aproximandome a él. –Sabes algo.. dije con un tono seductor.

–¿Que? –pregunto mientras me miraba con extrañeza.

–Por que no practicamos otro tipo de posturas. Me acerque más a él y lo sujeté de su ropa, me puse de puntitas e intenté llegar a su boca para poder besarlo, pero para mí desgracia el era más alto que yo.

–Creo que necesitas un baño con agua fría. –dijo con la seriedad que lo caracterizaba. –si no quieres el entrenamiento, entonces me retiro.

Estaba apunto de irse, pero se lo impedi.

–Esta bien, lo tomaré. Dije aceptando tristemente.

No me gustaba molestar a Tomioka por qué si, la verdad es que me gustaba demasiado. Pero no había forma de llamar su atención. Cualquier cosa que hacía, era inútil.

–Bien, pero seré rudo contigo. –dijo mientras sacaba su espada.

–Uyy, ¿enserio?. –pregunte alzando una ceja de arriba a abajo.

–No empiezes,_____ y concéntrate, que el próximo entrenamiento será al aire libre.

–jajaja, lo siento.

__________♥__________

El entrenamiento con Tomioka había terminado y yo salí del salón de entrenamiento con rumbo a mi habitación. La noche ya había caído y el pasillo que llevaba a mi habitación se encontraba sin luz. Solo lo iluminaba un poco la luz de la luna.

Llegué a la puerta de mi habitación y está se abrió de repente. Me sujetaron de un brazo y me jalaron al interior.

–¡¿Pero que.. dem..?!

Intenté gritar, pero me cubrieron la boca.

–No grites o sabrán que estoy aquí.

Inmediatamente reconocí la voz.

–Te quitaré la mano de la boca, está bien.

Dijo con voz tranquilizadora.

–¿Que demonios haces aquí, Tomioka?

Pregunté con voz baja.

–Te pido perdón si te asusté, pero quería hablar contigo. –respondio.

–Entiendo, solo espera un momento encendere la luz.

–No la enciendas. –pidio de repente. –prefiero que la luz de la luna nos ilumine.

–No se que es lo que te sucede, pero bien.

Me acerque a la venta e hize a un lado la cortina y la luz de la luna comenzó a iluminar toda la habitación.

–Ahora dime, ¿De que quieres hablar?

Mire a Tomioka y el estaba ahí, parado justo enfrente de mí, sus ojos brillaban con la luz que entraba por la ventana.

–Necesito confesarte algo. –dijo mientras se acercaba a mi cama y sentaba sobre ella.

–Que, me vas confesar que estas enamorado de mi. Claro como si algo así pudiera suceder. –dije riendo.

–La verdad es que si lo estoy, estoy enamorado de ti,_____. –confeso. –y sabía que no me ibas a creer, por qué yo..

–¡Espera! ¡Vuelve a repetir eso!

Lo interrumpí con mis gritos de emoción.

Tomioka se levantó de mi cama y corrió hacia a mi, para cubrirme la boca nuevamente.

–No grites o me encontrarán aquí.

–uhmm. –asenti.

El me soltó y me gire para verlo.

–¿Pero como sucedió? –cuestione. –pense que no funcionaría todo lo que hacía.

–La verdad es que me enamoré de ti desde que te vi y pues yo pedí que me asignarán como tu entrenador para poder estar serca de ti. –comento.

–¿Hablas enserio?.

–Si, te quiero___.

–Bueno, ya que los dos nos queremos mutuamente, por qué no practicamos posturas sobre la cama. –dije mientras lo jalaba de la ropa para llevarlo hacia ella.

–Esta bien, pero no seré gentil. –dijo con voz sexy. –lo vas a disfrutar.

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