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Lo que más deseaba en esos momentos, era llegar a casa a descansar y pasar un buen rato con mi familia.

Había logrado que dos inversionistas se asociaran conmigo, y así poder abrir dos franquicias más; una en Tailandia y otra en Dubai, para así, generar más ingresos e incrementar las expansiones por todo el mundo. También así podía ayudar a mejorar las vidas de mis trabajadores con mejores salarios, gracias a las buenas respuestas que recibíamos con nuestro servicio.

Claro que habían sido días de tensión, ya que uno de los inversionistas era algo complicado de tratar, ya que era a quién necesitaba para el tema de la publicidad en ambos países. Al final había aceptado la propuesta, e inmediatamente comenzar a trabajar con nosotros.

Tras llegar a casa, las luces estaban apagadas; cosa que me había extrañado. ¿Ya se habían dormido?. Entrando despacio, todo estaba en silencio y a oscuras, salvo una pequeña vela que estaba encendida en la cocina.  Por un momento pensé que mi familia estaba con los chicos, pero, ¿Por que dejar una vela encendida, con riesgo de causar un accidente?

Caminando hasta la cocina, me di cuenta que había más velas en el jardín, haciendo que me diera curiosidad tanto misterio. ¿Habían tramado algo?. Saliendo al jardín , había una mesa para dos, con copas y una botella de vino tinto. Mi favorito por cierto. También estaban dos platos de comida tapados para que no se enfriara el alimento; así como adornos y pétalos de rosas sobre la mesa. Si Hee había querido sorprenderme, lo había logrado.

  — Llegaste más tarde de lo normal

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  — Llegaste más tarde de lo normal. ¿Sucedió algo?. — sonriendo a esa voz dulce que sonaba preocupada, giré para encontrarme con mi pareja, quién vestía un atuendo formal, luciendo fantástico en él.

Dando un par de pasos hacía Hee, rodeé su cuerpo con mis manos y antes de besar esos ricos labios que tenía, noté un brillo distinto en su mirada. Brillo que me gustaba.  Sin decir nada, agaché mi rostro en búsqueda de sus labios, los cuáles besé inmediatamente, cómo si un imán nos hubiera atraído.

Moviendo nuestros labios al mismo compás, el beso seguía siendo lento. Sin prisas. Disfrutaba cada segundo a su lado y él no verlo en todo el día, hacía que quisiera comerme a besos a mi esposo, el cuál no dejaba de sorprenderme ni un día con cosas nuevas.

Juntando nuestras frentes tras separarnos para tomar un poco de aire, froté nuestras narices en un tierno esquimal, deseando estar todos los días así con él. Amaba los pequeños detalles que alegraban mi vida a su lado.

— Lamento el llegar más tarde. Logré el que Baron entrara en los nuevos proyectos y sabes que estaba renuente a la idea de la empresa. Por eso me retrasé un poco, pero ahora quiero saber el motivo de estar aquí afuera con una mesa y una cena, ¿Qué es lo que celebramos?. ¿Me perdí de algo?. —

— Entonces debo de felicitar a mi hombre por el gran esfuerzo que hizo en el trabajo. Estoy muy orgulloso amor. Sabía que lo ibas a lograr. — mirándome sonriente, se acercó a mi rostro, depositando un beso en mis labios , para después separarse y tomar mi mano, donde nos dirigimos a la mesita. Sirviendo un poco de agua en las copas, me tendió la mía, mientras que él, jugaba vagamente con la suya. — Brindo por la expansión de tu trabajo , el cuál sé, es todo un éxito y vas a llegar aún más lejos, mi amor. ¡Salud!. — chocando nuestras copas, dimos un trago a la bebida, sintiéndome contento en esos momentos. Hee me apoyaba demasiado, y si algo no me convencía, él era quién me ayudaba a tomar las decisiones correctas. Era un gran pilar en mi vida sin lugar a dudas.

Dando otro trago al agua, era momento de cenar, así que como todas las veces, recorrí la silla de mi pareja y así tomará asiento frente a la mesa. Notando su timidez, reí bajito tomando asiento delante de él. ¿Qué se traía entre manos?.

Destapando nuestros alimentos del domo que cubría los platos, una buena porción de pasta a la boloñesa estaba frente a mí, con una cara bastante apetecible. Sin más, enrollé la pasta en mi tenedor, llevando el bocado a mi boca, sintiendo una rica explosión de sabores.

  — Mmm... ¿Tú lo hiciste?.... —

  — ¿Te gustó?. —

  — ¡Está delicioso!. Sería feliz comiendo esto todos los días. Lástima que odies cocinar. En verdad está muy rico. — sacando la botella de vino de la canasta en donde se encontraba en hielo, destape la botella, sirviendo un poco en nuestras copas. — Gracias por este lindo detalle amor. No me lo esperaba.  —

  — Siwon.... Hay algo que debes saber, pero no hoy. — dejando el tenedor sobre el plato, presté toda mi atención en él, viendo una risilla vaga en su rostro. — Puedes estar tranquilo ya que no es nada malo. Lo de esta cena.... siempre has sido muy bueno conmigo, así que ésta es una pequeña parte de mi agradecimiento por estar a mi lado. Si quieres que cocine más seguido y eso te hace feliz, entonces lo haré. Te amo Siwon... Gracias por hacerme muy feliz. — notando sus mejillas húmedas, me levanté de mi silla, yendo con él y poniéndome de rodillas en el césped, comencé a limpiar las lágrimas que seguían bajando por esa bella piel blanca que tenía.

  — Amor... ¿Estás bien?. Dime qué sucede. Te puedo ayudar... — negando, sonrió de lado.

  — Son lágrimas de emoción. Me saqué la lotería contigo. — volviendo a sonreír, se agachó levemente hasta donde me encontraba, y así depositar un beso en mis labios.  — Lo que si te pido esta noche, es que me hagas el amor de la manera más dulce. Como si tú vida dependiera de ello. Quiero que recorras cada centímetro de mi cuerpo con tus besos y caricias. Quiero llegar al orgasmo y que nuestros labios estén unidos de forma tierna, siendo cómplices de un acto muy placentero para los dos. Quiero muchas cosas esta noche, ¿Crees poder hacerlo?. —

  — Por supuesto mi amor. Hoy serás el pétalo más delicado de una rosa, el cuál voy a cuidar no sólo hoy, sino toda mi vida. Voy a complacerte en todo lo que me pidas. Te amo. —

  — Y yo a ti Siwi. — sintiendo mis palpitaciones aceleradas, nos dimos un último beso para ponerme de pie y de un momento a otro,  ya traía a mi esposo en brazos, dirigiéndonos a nuestro nido de amor, listo para cumplir su petición.

  — ¿Puedo hacerte el amor en la sala? Tendríamos a la luna y las estrellas cómo nuestros cómplices. ¿Te parece?.

  — Pero decoré nuestra habitación con flores y velitas.... — formando un puchero en sus labios, reí dirigiéndome a las escaleras rumbo a nuestra habitación.— Por cierto... les pedí a los chicos que pasaran por Niah, así que quiero escucharte gemir. No te contengas esta noche. — no sabía que se traía Heechul entre manos, pero el misterio que había creado me había gustado.
 









Hola!! Espero les guste el capítulo ❤️❤️❤️
Ya saben el resto jiji 🙈

INCESTUS (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora