BOULEVARD © #1 [✔]

EXTRA ✨ 5 AÑOS

AUTORA: Disfruten este extra que, si bien es corto, lo he escrito con cariño, algo para que puedan sanar, y si esto lo empeora, entonces mi castigo es escribir cosas tristes. Una disculpa, gracias por los 22 millones de leídas, esto es gracias a ustedes.

EXTRA

El sol no incomodaba, las nubes hacían un excelente trabajo ocultándolo detrás de ellas, en el cielo era una combinación de azul con gris, una mezcla capaz de volver nostálgico a los que han perdido algo, pero también románticos a aquellos que se amaban lo suficiente. Podías leer algún libro a solas o escuchar música a lado de tu persona favorita.

El amor adolescente, en ocasiones, es lo más inocente e ingenuo que los humanos podemos llegar tener. Es una etapa que te hace sentir de pequeñas a intensas sensaciones, muchos las conocen como "mariposas en el estómago", pero ¿qué ocurre cuando amas demasiado que puede ocasionar que uno mismo se pierda?

Alguien una vez dijo: para que algunas almas gemelas se unan, es necesario que otras se rompan. Y —a veces— no sabemos el trágico final que puedan llegar a tener. ¿Crees en el destino? Deberías.

Está bien sentir.

Está bien amar.

Está bien llorar.

Está bien errar.

Está bien aceptar.

Está bien seguir.

A Luke le gustaban los días lluviosos y a Hasley los días cálidos. Ella era amante del café y él de la gaseosa. Si bien, ambos se volvían como un Yin Yang, tenían algo en común: los sentimientos que sentían uno por el otro. No eran perfectos, ni el ejemplo que toda pareja debía de seguir, porque después de todo, solo se reducían a ser adolescentes con errores por corregir.

Tirados en el césped, a Hasley le surgió una duda, volteando a su derecha para mirarlo.

—¿Seguro que tus padres no se enojarán?

Luke esforzó en ocultar su sonrisa. Si había algo que le parecía demasiado tierno por parte de la chica, era que se preocupara por él, no quería sentirse el centro de atención, pero admitía —difícilmente— que ese detalle lo volvía endeble e importante para alguien más que no fuera su madre.

—Tranquila, saben que vendrías —confesó inseguro de su propia respuesta. No porque mintiera, sino por cómo podría reaccionar Hasley—. Han salido con mi hermano, tienen... un asunto que arreglar, sólo ellos tres y nadie más. Prefiero pasar la tarde contigo, no importa si sólo nos dedicamos a mirar el cielo tendidos sobre el césped, esto es mejor que fingir la familia feliz en algún restaurante de la ciudad mientras discuten sobre la mierda de situación en la que me encuentro.

El peso de las palabras de Luke siempre fue difícil de digerir. Un gran reto para Hasley que conocía la clase de persona a la que amaba, demasiado directo y crudo, sin esconder la sensibilidad y no hacer uso del tacto.

—Mi madre quiere que pase más tiempo contigo —él continuó. Ella volvió su mirada al cielo, escuchándolo—. Creo que le gusta verme feliz, me ha preguntado sobre ti, le he contado un poco y mi hermano escuchó algunas cosas. No tienes una idea de lo bien que se siente, parece ser que todo empieza a acomodarse.

Parecía porque todavía faltaban piezas. Una pequeña espina seguía picando el espíritu de Luke, algo no iba bien, y a pesar de tener conocimiento de ello, prefería llevarlo a segundo plano, tratar de suprimirlo, aunque en el intento, todo se le devolvía y ya se había acostumbrado a que, el golpe o la caída, se volvía cada vez más fuerte. Necesitaba tres cosas: