—Es tan lindo y atento y siempre se preocupa por todos yo en serio creo que Lucas es hermoso y merece tanto amor.. —Jungwoo Sonrió y continuó hablando de su novio con toda la tranquilidad creyendo que Jaemin lo escuchaba mientras que estaba a su lado caminando por todo el lugar dirigiéndose a la junta de hadas.
Jaemin estaba perdido completamente perdido en sus pensamientos, su corazón acelerado y el rubor en sus mejillas como si estuviera de lo más avergonzado. No estaba acostumbrado a ello, era extraño pero ese calorsito en su pecho y en su estómago no se iba, había pasado un día increíble con Jeno, cuando fueron a la playa corrieron y se divirtieron tanto que estaba abrumado, el hecho de que se le olvidó que era lo que se suponía que debía hacer estaba mal se dejó llevar por las emociones. En serio tenía que detener eso antes de que fuera peor antes de perder todo lo que un día anhelo.
—Jaemin, espero que sea muy importante por lo que me haz ignorado todo este tiempo.
—¿Qué?
—¿Qué te tiene tan pensativo?
—Nada. —Negó con la cabeza, y entró al lugar en cuanto llegaron.
Jaemin nunca tenía miedo, siempre había sido un hada feliz y lleno de carisma para hacer cualquier cosa, pero justo en este momento él en serio sentía miedo, sus piernas temblaban, mientras esperaba afuera del instituto, fueron sólo unos minutos hasta que ya tenia al mayor enfrente y con una sonrisa que mostraba todos los dientes.
—¿Que pasó guapo? ¿Hoy fue un buen día? —Se mordió el labio mirándolo.
—Fue un día agotador—Hizo una mueca luego se acercó para besarlo pero Jaemin se alejó evitandolo.
—Bueno, tengo buenas noticias.. —Jaemin comenzó a caminar y a su lado su sonriente humano le seguía el paso.
—¿Buenas noticias?
Jaemin asintió y sacó de su bolsillo un papel enrollado que sin embargo se veía intacto. El peli oscuro lo abrió en cuanto lo tuvo en manos.
—El contrato.. ¿Porque ahora es dorado? —Su mirada fija en el papel que tenía una fina iluminación en las letras.
—Es lo que pasa cuando lo cumples, cuando se acaba. —Su voz sonó un poco diferente.
—¿Que significa esto?
Jaemin se encogió de hombros.
—Te divertiste hermoso, hice que olvidarás a alguien que no te merecía y ahora estás bien en el instituto, ya se acabó, tienes que continuar tu..
—No lo entiendo—Se detuvo, el hada también lo hizo.
—¿Qué no entiendes?
—¿Que va pasar con lo nuestro? —Jaemin miró el suelo evitando la mirada fija del mayor—¿Vendrás todos los días? ¿Te quedaras? ¿Qué sucedera?
—No hay un nosotros Jeno, sabes que eso solo era un coqueteo normal, encontrás a alguien pronto..
—¿Qué? —El hada tomó el valor necesario para verlo a los ojos.
—Encontrarás a alguien, y yo por fin cumpliré mi sueño..
Jeno tomó sus manos, sus ojos estaban cristalizados y claro que Jaemin se sintió un imbecil por hacerlo llorar. Pero debía hacerlo ambos eran muy diferentes, no sabía en qué momento él mayor se había ilusionado con algo tan imposible como eso.
—¿Por qué? ¿Por qué dices esas cosas? ¿No sientes lo mismo que yo? —Sus manos temblorosas cuando el hada las alejó.
—No. —Trago con dificultad—No entiendo que te hizo pensar que si. lo siento, pero no puedo con esto, quiero ser el presidente de la junta de hadas, es mi sueño Jeno y no lo dejaré, tu también debes tener grandes anhelos conocerás a más personas en un futuro y te enamoraras de verdad—Miró su costado, no podía seguir diciendo esas cosas si él chico al frente suyo seguía derramando lágrimas con una expresión confusa y desilusionada.
—Bien. —Su voz totalmente quebrada pero aún así firme—Por lo que veo ya tienes todo muy claro.
Él nunca lloraba, odiaba Sus lágrimas escarchosas y brillosas en su rostro. Pero cuando Jeno se acercó y no pudo prevenir su siguiente movimiento, lloró, recibiendo con tristeza ese pequeño toque de sus bocas, se aferro a la camisa de él.
—No deberías llorar si no te importa..
Y un torrente de lágrimas cubrió de nuevo sus mejillas. Asintió con rigidez y se separó de él.
—Espero seas muy feliz, que encuentres a una persona perfecta para ti y que consigas todo lo que deseas..
Jeno sonrió sin gracia ante sus palabras.
—Yo no. —Lo miró fijamente ignorando el hecho de que esas hermosas lágrimas brillosas lo estuvieran torturando como si fuera su culpa—Espero que no ganes esas famosas elecciones, espero que te des cuenta de esto, que te arrepientas y que al final del día regreses a mi.. —Su voz se volvió a quebrar en medio del llanto.
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