1.- Llama embrujada

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  Era ella o yo; no soy una traidora, ella hubiera hecho lo mismo, yo no... ¡Yo no hice nada!

  Aquella delphox abrió con cuidado sus ojos para observar hacia el techo, luego levantándose, observándose y finalmente, suspirándose para sí misma.

"Tres... Semanas...".

  Entre el chillido de los resortes oxidados, su pelaje se arrancó en mechones con su levantamiento tembloroso; un colchón rasgado era donde se había desmayado nuevamente, y un rugido de estómago le hizo recostarse la pared, sin energías.

"Sólo quería vivir, no... No soy una traidora, ella hubiera hecho lo mismo".

  Una pata tras otra, sus pasos sonaban como tambores entre las tinieblas de la nada, las cuatro paredes eran su nueva compañía, la visión del sol apenas se le presentaba entre grietas del techo, solo su viejo recuerdo le motivaba a ver, le motivaba a siquiera levantar los parpados y tocar como mínimo dos o tres veces el muro que la retenía, total ¿Que mas pérdida podría tener ahora?

  Acabó golpeando una vez mas de lo esperado, cuatro veces lo probó, cuatro veces escuchó igual, un sonido profundo que iba y venía a través del otro lado; finalmente cedió arrodillándose contra el muro reforzado, su cuerpo sintió un crujido bajo, ella chilló en agonía con lágrimas que rebosaban de sus ojos empañados, y fijó su mirada en su pierna izquierda, ya delgada por la desnutrición.

—"Fracturada...". —Ella misma se autodiagnosticó al darse cuenta de que no podía moverla, su mirada se mostró dolorosa, arrastrándose de vuelta a aquél mismo colchón con varias manchas de sus despertares pasados y sus accidentes desviados. 

  Pesadillas, sueños inconclusos, todo había empezado cuando despertó por primera vez allí encerrada: En aquél entonces no veía a nadie ni escuchaba nada, sólo había abierto los ojos y, de un momento a otro, se halló a sí misma acostada en aquélla cama maloliente sin sábanas o idea alguna de por qué ahora estaba sola, ese no había sido el trato que ella había firmado con su propia mano y canto en primer lugar. 

  Sea cual sea el caso, ahora ella estaba aferrada en bolita con su rostro apegándose a una mancha maloliente de la ya mencionada cama, ni siquiera había hecho algo relevante y ya sentía que había recorrido todo un maratón sin espacios para beber agua o comer, su frustración le hizo arañar el colchón, y había comenzado a maldecirse a sí misma en voz baja con sus tripas rugiendo como leones en una jaula. —"¡Estúpida, estúpida!". —Durante un periodo corto ella se atrevió a cortar con mas fuerza el colchón y sacar el relleno de este mismo, no quería dormir, su cuerpo le suplicaba recuperar energía, pero ni siquiera podía pensar con claridad, la adrenalina le había fundido su poco conocimiento lógico hasta ese entonces.

  Ahora el suelo estaba cubierto de algodón amarillento. Sin mas, su cuerpo cayó rendido y sus jadeos apenas eran audibles para sí misma, nuevamente, era otro fracaso más para el montón.

Ḧ̷̛͚́̅̃͌̋͐̑̈̈́̾̕̕͝ḛ̷̿̈́̓̓ä̸̡̡̢͓̠͖̫̰̘͖͙̭́̑̄̃̐͒ṱ̵̭̯̬̰̱͕̬͙̘͍̋̀̄́͌͝ͅh̸̠̺̼͚̭̠̤̆͊̽̇̄͗́̄̕͘e̴̹̳̜͒̃͛͘r̶̡̼̞̝͕̳̗͔̫̯̮̱̣̮̦̈̉͑͒̿͑͘͘͝

  Una voz le hizo abrir los ojos ligeramente, la reconocía con vagues pese a no haber tenido contacto con alguien es semanas. —"L-Luca...?". —La delphox había visto a su alrededor con confusión, pues no había nadie mas que su propio reflejo en un charco amarillo a su lado, obviamente no era agua, pero era realmente lo único que tenía a su disposición para al menos retener una de sus necesidades, pues la comida tampoco era una opción ahora. 

—"Maldita gardevoir, vete a saber que me dió en esa cosa...". —Se quejó rascándose una de sus zonas ahora planas, sin pelaje y ahora con irritación, le dolía, pero no se comparaba en lo absoluto con su pierna ahora quebrada, se había aferrado nuevamente al sueño y a la espera de cualquier acontecimiento que le ocurriese, de todos modos, ahora estaba completamente sola.

DesmembradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora