Dulce Destino

CAPITULO 06

Tu aroma me enloquece.

Damon.

—Apártate. —empuje a Rebecca, que en su cara se dibujaba una sonrisa. —Juro que, si pudiera, te mataría. —susurre.

—No seas escandaloso, amor. —quiso volver a acercarse, pero me levante de la cama.

—Lárgate. De. Mi. Casa. —la agarre del brazo y la arrastre hasta la puerta, ella intentaba soltarse, lo que hizo que la sujetara más fuerte.

—Supongo que a ella le estará doliendo más. —se empezó a reír escandalosamente. La solté rápidamente, me estaba golpeando internamente, por mi maldita estupidez.

Cerré la puerta y casi caigo al suelo, porque todo mi cuerpo me dolía, Leo, mi lobo, estaba arañándome internamente, por todo el dolor que le causé a mi mate. Sino la alejaba de mí, sino hacia lo que me pedía Rebecca, ella lastimaría a mi pequeña Bianca.

Me encerré en mi cuarto hasta el día siguiente, escuchaba como mis padres tocaban mi puerta llamándome para comer, pero no les respondía, luego de horas, dejaron de intentar.

No sé en qué momento me abre quedado dormido, pero mis ojos me ardían, por haberme quedado ayer toda la noche llorando, me levanto como puedo, me baño, y bajo al comedor luego de haberme cambiado. Mis padres me miran preocupados, Vanne, mi hermana, se me queda mirando en todo el desayuno, pero no me dice nada.

—Se nos hace tarde, hermano. —me dijo mi hermana, sacándome de mis pensamientos.

—Ya nos vamos. —le dije, cuando se subió arranque el auto.

Cuando llegamos todos se nos quedaban viendo, porque hace tiempo que no me veían, junto a mi hermana, a lo lejos veo a mi mate, bajando del auto del idiota, me siento como una mierda, al ver cómo está llena de ojeras, y un poco más pálida, quería acercármele, pero cuando ya estaba llegando, alguien se lanzó a mis brazos y me dio un beso, me quede en shock, cuando salí de este, vi que era Rebecca la que me beso, sentí un gran dolor en mi pecho, mi lobo estaba chillando de dolor, porque su mate estaba triste, entonces levante mi vista y me di cuenta que mi mate había visto todo, porque sus ojitos estaban empañados de lágrimas, cuando me solté de Rebecca, me dirigí a Bianca para darle una explicación y no me malinterpretara, pero ella se alejó corriendo, le iba a seguir, cuando siento como una mano, agarra mi brazo.

—¿Qué estas intentando hacer, Damon? —me susurro Rebecca, intenté soltarme, pero vi como ella empezaba a lastimarse su brazo.

—Solo me estaba dirigiendo al salón. Deja de lastimarte. —le respondí, ella asintió y me jalo para dirigirnos a nuestra aula.

Cuando entramos, vi como mi pequeña, estaba hablando con unas chicas, me alegré, ya que me habían dicho, que ella no era muy sociable.

Bianca volteo, y nuestras miradas conectaron, sus ojos reflejaban tristeza, pero no podía hacer nada, ella dejo de mirarme cuando mi hermana la llamo.