LOS AMIGOS Y EL BOSQUE ENCANTADO

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Érase una vez en un bosque encantado un grupo de inusuales amigos animales, había un hermoso, encantador y apuesto pavo real, quien tenía las plumas más hermosas de todas, con brillantes colores, suaves como algodón y cuando el viento pasaba entre ellas, era como el sonido de un arpa tocado por una bella doncella. Entre las aves de aquel bosque resaltaba una Gaviota tan blanca como las nubes que cubrían el lugar, era divertida, juguetona y muy alegre, cada día con sus bromas y buenos chistes hacía a todos pasar un momento placentero, volaba muy alto y hacia piruetas en el viento, muchos pensaban que era pariente de Juan Salvador.

También estaba entre todos los animales un único oso panda, era muy grande, nadie podía explicar su gran tamaño, y debido esto el era muy cauteloso al caminar, los animales más pequeños le temían por sus enormes patas, pero no el conejo, no su amiga conejo, ella era tan pequeña que la podía atrapar con una sola mano, sin embargo, era tan rápida con sus pequeñas y diminutas patas, y valiente como un león, aunque este le pudiera quintuplicar su tamaño o más. Y estos animales, pese a ser tan distintos eran muy grandes amigos, los mejores del mundo.

Un día al bosque llego un malvado hechicero, con sus largas batas, cabello y barba, quería adueñarse del bosque, conocía de sus poderes mágicos, y que en aquel bosque había un enorme árbol con magia suficiente para poder adueñarse de todo el mundo. El hechicero daba órdenes a todos animales, quienes asustados porque no querían irse hacía lo que decía. El hechicero sabía que había un árbol, la pregunta era ¿Dónde estaba ese árbol? Los amigos animales sabían el lugar del árbol, pero no iban a decirlo, si aquel hechicero se adueñaba de la magia, quedarían sin hogar en donde vivir, por esto huyeron lejos de ahí, donde el hechicero no pudiera encontrarlos para pensar en una forma de ayudar a todos.

Decidieron hacer un largo viaje hacía otro bosque donde estaba el Pegaso Selenio, resplandeciente como luna llena, con ojos como estrellas brillantes del cielo, sabio, inteligente, todo erudito de la magia y las criaturas mágicas. Aquel viejo Pegaso vivía en lo más alto de un enorme risco, en una enorme y vieja casa de piedra. Para llegar allí los amigos tuvieron que atravesar el bosque de Donovan un oscuro y tenebroso lugar, donde vivía la malvada ninfa Donovan, todo estaba cubierto de nubes oscuras, odiaba la luz por lo que cada rayo de alegría y vida debía ser acabado de inmediato, era tanta la maldad y el poder de la ninfa que hasta el sol tenía miedo de llegar allí.

Cuando los amigos llegaron al bosque se encontraron de frente con la ninfa, quien estaba muy enojada por las plumas del pavo real, las cuales brillaban como el sol, el pavo real las oculto de inmediato para que a esta no la hicieran enojar, pero la ninfa ya enojada los echó de aquel lugar, la gaviota tan simpática y amable como siempre la calmo un poco y le pregunto ¿porque odiaba tanto la luz? ¿Y si estaba sola en aquel lugar tan lúgubre y oscuro? Ella asombrada de que no se asustaran, huyeran o escaparan, les conto su historia. Vivía en una cueva oscura cerca del océano hasta hace medio año, cuando una enorme tormenta como cientos de caballos en estampida la arrastraron hacia aquel bosque donde se formó ese lago por la lluvia, extrañaba a su familia, pero el sol dañaba su piel y no podía llegar nadando a donde estaba su familia.

Habiendo escuchado la historia los amigos decidieron ayudarla, el pavo real y la gaviota buscaron ramas y algunas lianas con las que hicieron una barca para la ninfa, el pavo real decidió colocar algunas de sus plumas que no brillaban tanto en la parte de arriba de su barca para cubrirla del sol y pero que pudieran iluminar para que no se perdiera, era una luz tan débil como la de una luciérnaga que está apunto de apagarse para siempre. Donovan se subió a la barca y luego la gaviota subió muy alto y le pedio a las nubes que hubiera un viento tan feroz que levantara las aguas del mar. Los amigos se abrasaron cada uno a un árbol para no ser llevados por el viento y cuando este soplo llevo como centella, en un cerrar y abrir de ojos a la ninfa, quien se fue mientras les decía a todos muchas gracias.

Cuando el viento ceso el pavo real llamo al sol con sus brillantes plumas para que iluminara aquel bosque que ya no era tan tenebroso como antes. Los amigos siguieron su camino, debían pasar un rio para así poder llegar al risco donde vivía Selenio, pero cuando llegaron donde debía estar aquel rio solo encontraron una roca gigante, que incluso era más grande que el Oso panda y no había forma alguna de que pudiera subir en ella, entonces, el conejo tuvo una idea, el panda la tomaría en sus manos y la alzaría hasta la cima de aquella piedra.

Cuando la Coneja estuvo en la cima de la piedra se percató que esta no era una piedra normal, ni siquiera era una piedra, aquello era un troll gigante dormido. Cuando la coneja lo llamo este no parecía responder, así que se acercó hasta su cabeza y con una pluma del pavo real le hizo cosquillar cerca su oreja, este despertó de golpe y la coneja dio una marioneta en el cielo y callo de pie en las manos del panda. Aquel troll parecía que no era un adulto, sino un pequeño gran bebe, con una piel viscosa como la de un sapo, frente a sus ojos los amigos eran pequeñas criaturas que llegaban hasta sus tobillos, el panda quien era más grande lograba llegar más alto.

Necesitaban hacer que el pequeño gran troll se moviera para pasar, pero este no podía, les explico que su pata se quedó atada a unas ramas del rio mientras buscaba un juguete que se había caído cerca de allí. La coneja fue hasta su pata y vio que solo había una roca atascada entre las ramas, pero era un espacio tan pequeño que los dedos del troll no eran capaces de pasar por ahí, por esto ella salto al agua y con sus pequeñas patas y un poco de la fuerza de un enorme león logró mover la roca y el pie del troll salió sin problemas. Mientras tanto el Panda buscada buscaba en una de las cuevas cerca al rio el juguete de aquel troll y muy en el fondo encontró una bola gigante de hule la cual hizo rodar hasta donde estaban los demás. Como agradecimiento el pequeño gran troll ayudo a los amigos a pasar el rio y este se fue a casa.

Después de haber pasado tantos obstáculos los amigos llegaron a la casa de Selenio, era enorme, tal y como todos decían. El panda toco la puerta y salió un hermoso Pegaso, era Selenio, su cabellera era tan blanca como la luna y sus ojos brillaban tanto que podían cegarte de solo verlos. Los amigos le contaron lo que sucedía en el bosque encantado y el con su voz tranquila y sabia les conto que aquel hechicero solo intentaba ayudar a todos, pero de la manera equivocada, así que Selenio decidió llevarlos de regreso al bosque para el hablar con el hechicero. Llamo algunos Pegasos para que lo ayudaran a llevar a los amigos en sus lomos e hicieron el viaje de regreso a casa.

Cuando llegaron de nuevo al bosque Selenio se acercó a él hechicero y le dijo que todos estaban muy asustados y que no estaba ayudando, todos le temían mucho por su voz tan firme, parecía muy confundido su larga barba se encrespo como la cola de un gato sorprendido. Luego de haber entendido todo el hechicero pidió perdón y decidió irse, pero los animales le dijeron que, si solo quería ayudarlos, podía quedarse, había muchas cosas que ellos no podía hacer, así con ayuda de todos le construyen una pequeña casa para que viviera y cuidara de la magia del bosque.

Después de aquel estrepitoso acontecimiento todos en el bosque encantado vivieron una vida feliz y muy placentera, y los amigos siguieron tan unidos como las raíces de los árboles al suelo. FIN.

Cuentos del Conejo Blanco para niñosWhere stories live. Discover now