NUEVE

5.1K 298 131
                                    



River y Olivia entraron en la carpa del rey Aslan. El león tenía una expresión afable en su rostro.

—Quería hablaros de la profecía. —Los hermanos se miraron—. Hay algo que no sabéis. ¿Qué parte de la profecía conocéis?

—¿Hay más?—preguntó River.

Aslan asintió.

—Conocemos la parte en la que explica que los huesos y la carne de Adán y Eva se sienten en los tronos de Cair Paravel el mal acabará en Narnia, y que derrotaríamos a la Bruja Blanca. —explicó Olivia, recordando lo que los castores les contaron al conocerlos.

—Así es, Olivia —asintió el león—. Pero hay una parte que no conocéis. Por lo que conozco, sois parientes de Polly Plummer.

Los hermanos Kettleburn abrieron mucho los ojos al escuchar aquel nombre. ¿Por qué conocía Aslan, el rey de Narnia, a su tía Polly?

—Es nuestra tía, señor —respondió River, sin comprender.

—Vuestra tía fue la primera humana, hija de Eva, en pisar las tierras de Narnia. De hecho, ella vivió la creación de ésta.

—Eso no puede ser —contestó Olivia, negando con la cabeza—. Nuestra tía es una mujer normal, nunca nos ha hablado de nada así.

—¿Me estás diciendo que tú contarías lo que has vivido aquí en tu tierra? ¿Te creerían?

Olivia se calló al pensar en aquello. Aslan tenía razón, nadie la creería. Entonces, supo que Aslan le decía la verdad. Aunque le sorprendía, su tía conocía la existencia de Narnia. Y eso la hizo sentir orgullosa. La hizo sentir aún más en casa de lo que se sentía ya. No pudo evitar sonreír al sentirse así de vinculada entre los dos mundos. Había alguien más de su familia que había estado allí.

—Pues bien —siguió hablando Aslan—, la profecía habla de todos vosotros. Pero una parte de ella tiene que ver con vosotros. Aún no se sabe cuál exactamente.

River y Olivia se miraron, sorprendidos.

—En ella, se dice que «Un hijo de Adán o hija de Eva provenientes de la sangre de la primera hija de Eva en pisar Narnia, contraerá matrimonio con otro rey o reina de Narnia, y cuando este lazo se cumpla, no habrá manera de derrocarlos en este mundo».

Aquello hizo que Olivia se sintiera mareada. No podía ser que ellos tuviesen una parte fan importante en aquella profecía. ¿Sería ella? ¿O sería su hermano? Él parecía preguntarse lo mismo.

¿Se refería esa profecía a los hermanos Pevensie? ¿O a otro rey o reina?

—¿Sabe usted a que rey se puede referir esa profecía? —le preguntó Olivia.

—Me temo que no —contestó Aslan—. Pero si esa profecía se refiere a los hermanos Pevensie, bien habrían cuatro opciones que podrían cumplirse.

—¿Cuatro? —Exclamó River, sorprendido.

—Sí, mi valiente caballero. Podrías casarte con cualquiera de las dos hermanas Pevensie, Susan o Lucy. Tu hermana, sin embargo, podría contraer matrimonio con los jóvenes Edmund y Peter.

Aquello hizo sentir a Olivia de una manera muy extraña. No supo cómo tomarse aquello. Pero algo estaba claro, o ella o su hermano harían una decisión que los harían indestructibles junto a otra persona.

—Quiero que lo penséis y reflexionéis, me parecía justo que conocierais esta parte de la profecía. —ellos asintieron, aún anonadados—. Ahora, podéis quedaros aquí, hablando a solas. Yo tengo que salir. Y si es posible, me gustaría que los hermanos Pevensie no escucharan nada relacionado con este trozo desconocido para ellos. Me gustaría que ese peso no recayera en ellos, que no los hiciera sentirse responsables de algo o comenzasen disputas. Es mejor que las profecías surjan como deben, sin interrupciones.

Living in Danger |Peter Pevensie|Where stories live. Discover now