XXXII

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Hermione

...

_¡No saqué nada!¡Yo no saqué nada! ¡Por favor!
_No te creo... No te creo nada
Dios mío haz que pare.
Mi sangre corría con tanta fuerza que creí que la cabeza me explotaría.
Maldición.
Ella no hacía más que reírse como loca
Todo lo que decían de Bellatrix era poco a comparación con lo que ella me había hecho.
Me sentía arder.
Tenía cortes por todos lados.
Sentía mi sangre empapar mi ropa
Mis huesos tronaron con cada  crucio que recibí.
Respirar dolía como el infierno.
Bellatrix tomó mi brazo izquierdo y sentí cómo enterraba una y otra vez un cuchillo en él.
No pude evitar gritar.
No tenía fuerzas para luchar contra ella.
Me tenía inmovilizada y mi cuerpo no me respondía.
Solo podía gritar y gritar.
_¡No te muevas, sangre sucia!
Me dió una bofetada que me dejó con un fuerte pitido en el oído izquierdo.
Haz que pare por favor...
La garganta me ardía de tanto gritar.
No pude mantenerme despierta mucho más.
Todo se volvió negro.
La oscuridad se apoderó de mí.

Theodore

_¿Qué son todos esos gritos?
_parecen gritos de mujer
_¿Quieren callarse los dos?!
Esos gritos estaban desesperandome y los cuchicheos de Blaise y Pansy estaban poniéndome de los nervios.
Habíamos dejado a Draco arriba mientras nosotros veníamos a ver qué los prisioneros aún respirasen.
Lo hacíamos sobre todo por Lovegood.
Ella no se merecía tal tortura.
No después de ayudarnos a entrar en la orden en secreto.
Shacklebolt sabía de nosotros y cada cierto tiempo enviabamos cuervos con mensajes cifrados para él y la orden.
Tenían que resistir mientras nosotros ayudabamos a los miembros atrapados a sobrevivir o curabamos sus heridas.
No podíamos hacer mucho por Ollivander pero al menos lo dejábamos recuperarse un poco.
El pobre hombre no hubiese resistido de no ser por alguno de nosotros, pero ahora, a quien sea que estén torturando estaba enloqueciendo a la oscuridad dentro de mí.
Picaba por salir, con una fuerza y un deseo insano de hacer sufrir a quien sea que se cruce en mi camino.
Sentía mis manos temblar y podía ver las ondas de mi magia corriendo mi alrededor
_Theo, tienes que calmarte o vas a delatarnos
_Pansy tiene razón, amigo. Contrólate
_no me pidan algo que difícilmente puedo hacer, esos gritos están haciéndome perder el juicio
_quedate aquí, yo iré a ver.
No pude siquiera responderle a Pansy cuando vi a Colagusano bajar con dos prisioneros.
Me pareció ver una cabeza roja.
_por Merlín, que no sea algún Weasley
Yo rogaba que lo que dijo Zabini sea cierto.
Que no sea un Weasley...
Pansy logró entrar a mi mente para dejar un mensaje aprovechando que estaba distraido.
Sepárense, Colagusano puede sospechar
No estoy muy seguro de que Blaise también haya escuchado el mensaje.
Yo simple decidí salir de la mazmorra y fui por atrás hasta el salón principal de la Mansión Malfoy.
Cuanto más me acercaba,as fuertes se hacían los gritos.
Pansy tenía razón, era una mujer.
Silenciosamente me acerqué al umbral de la puerta y ví tendida en el piso a Bellatrix sobre otra bruja.
Su cabello se me hacía familiar.
Pero esos gritos tan aterradores no hacían más que desgarrar mi corazón y nublaban mi juicio de la peor manera.
Bellatrix lanzó otro crucio y dejó inconciente a la bruja en el piso.
Llamó a Colagusano y este bajó de inmediato.
Volví la mirada a la chica en el piso y la verdad es que jamás me imaginé que fuera ella.
De no ser por Draco, que usaba su varita muy disimuladamente mientras ras caminaba alrededor de ella supe que la respuesta jamás me agradaría.
Era Granger.
Era Granger quien había sido torturada por esa maldita bruja desquiciada.
Tenía una misión y era traer a Potter y sus amigos ilesos ante el mestizo con complejo de rey.
Bellatrix pagaría muy caro esto.
Y por consiguiente Draco y su familia también.
Toda la oscuridad salía de mi cuerpo envolviendome en una especie de niebla negra.
Sentía mi pecho arder y las voces en mi cabeza gritaban destrucción.
Estuve a punto de hacer caso a sus demandas cuando Potter y Weasley aparecieron en escena.
Todo pasó demasiado rápido.
Varias explosiones y destellos de las varitas.
No esperé más.
Me las iba a cobrar.
Usando las habilidades del obscurus logré llegar hasta Lucius, que estaba inconciente.
Toqué su marca llamándolo y dejé que mi oscuridad hiciera el resto.
En la mente de Narcissa, Lucius y Draco se implantaba la maldición que los mataría de la peor manera.
Cualquiera de los tres que se atreviera siquiera a pensar tocar a Granger experimentaría el dolor más terrible de sus vidas.
Se ahogarían con su propia sangre y revivirían sus peores pesadillas.
No podrían acercarse a ella sin implorarle su perdón o al menos rogarle que pare su dolor.
Para Bellatrix tenía algo parecido.
Con la única variante que ella empezaría a podrirse por dentro cada vez que lance una imperdonable.
Volví la mirada a Granger y la ví siendo atrapada a penas por Weasley.
Lo ví a los ojos y le dí el único mensaje que quería transmitirle.
_cuidala
Él asintió sin entender muy bien.
Ella a penas podía mantenerse en pie.
_vete...
El antiguo elfo de Malfoy los tomó a todos de las manos y cuando iban a desaparecer ví que una daga era lanzada por Bellatrix y desaparecía con ellos.
Oh hija de puta, te vas a enterar
Levanté mi varita y lancé varios crucios contra ella.
Estaba enloquecido por lo que hizo.
Narcissa Malfoy me miraba horrorizada.
_¡El señor Tenebroso los quería ilesos, estúpida bruja sin cerebro!
Lancé varios hechizos que la hirieron físicamente.
Por primera vez ví el miedo en ella.
_Theodore...
Podía ver mis venas marcándose y oscureciendo frente a mí.
La madre de Draco intentó calmarme.
Me solté con brusquedad de su agarre justo a tiempo de la llegada del mestizo hijo de puta.
Traté de controlarme.
Reprimí una vez más al obscurus y volví a mí papel de siervo leal.
_¡Tenían una maldita misión y desobedecieron las órdenes del Lord!
Yo sabía que él estaba escuchando.
_y tú Draco, bien. Sabias que necesitamos a Potter intacto para nuestro señor. ¡¿Qué fue lo que hicieron?! ¡Otra vez se creyeron superiores!
_¡¿Quién me ha llamado?!
Volteé a ver al cabrón sin nariz y le conté todo lo que había pasado.
La furia se reflejaba en sus ojos.
_¡SON UNOS INÚTILES!
Todos bajaron la cabeza mientras yo me mantuve detrás de él sonriendo y disfrutando de la situación.
Él los troturó hasta aburrirse.
Una parte de mi odio estaba aplacada.
Si algo le había pasado a ella, volvería para acabarlos
_¡Nott! Búscalos, bajo cada piedra, en los confines de la tierra, ¡No me importa dónde! Encuéntralos y tendrás tu recompensa. Encuéntralos y tendrás a la sangre sucia a tu merced.
Sonreí macabramente.
Si él daba rienda suelta para que viera a Granger lo haría y me aseguraría de que sufrieran si esa daga había logrado herirla.
_si, mi señor...

QUEENOnde histórias criam vida. Descubra agora