~Capitulo ocho~

3.6K 263 7
                                    

Los chillidos hicieron que Louis y yo nos tapáramos los oídos. Sin  embargo, la mirada penetrante que Louis me lanzaba no parecía desapercibida. No era mi intención decirle nada a Louis. Conociendo como han sido las cosas hasta ahora, juraría que intentaría captar la atención de la chica hasta que ella se sintiese completamente acosada.

Cuando terminaron de gritar y sonreírse entre ellas, todas regresaron si mirada a mí. Phoebe sonrió y levanto las cejas.

-¿Y bien?-me miró.- ¿Quién es? ¿Cómo se llama?-

Y ahí estaba la prueba de fuego. ¿Cómo explicar que amas a una persona que, literalmente, no tiene nombre para ti o tú para ella? Era como explicarle a un sordo lo buena que está la música.

-No lo sé.-me limité a responder.

El circulo de cabezas se miro entre ellas e hicieron silencia por un momento.

-Pero…-Phoebe pensó un momento n su respuesta.-¿Cómo te puede gustar alguien desconocido?-me miro con curiosidad.

Clavé la mirada en el suelo y rogué que palabras salieran de mi boca. Era complicado, eso no lo podía negar. Y un poco absurdo también. Por un momento me cuestione a mí mismo. ¿Por qué diablos la chica de brillosos ojos robaba tanto mi atención? Me estaba volviendo loco.

-Es…complicado.-y al finalizar mi respuesta me dirigí a la cocina, con la mirada de todos penetrando mi espalda.

No sentí pasos detrás de mí, así que asumí que Louis no me seguía. Tal vez comprendió que necesitaba un poco de espacio. Me acerque al mesón negro que adornaba la cocina y lo tome con las dos manos, haciendo presión con ellas.

-¿Situación complicada?-

Di un salto cuando escuche la voz de Johanna detrás de mí. Estaba de pie frente a mí con un delantal en su mando, secándose las manos de lo que sea que antes tenía en ellas.

-¿Disculpa?-fruncí el seño.

Las comisuras de sus labios se levantaron un poco, y note complicidad en su mirada.

-Mira Harry, no dejes de luchar por algo que tu anhelas.-se acerco a mí y coloco una mano en mi hombro.-Se que no debería de haber escuchado, pero solo quiero que sepas que, no importa cuánto tiempo te lleve lograr algo, no lo dejes ir. No la dejes ir.-

No reaccione hasta que sentí sus brazos alrededor mío, y después de varios segundos reaccione.

Sabía que todo lo que me había dicho seria una de mis nuevos temas que analizar. Pero las palabras que me obsequio me dieron iniciativa.

No dejaría de luchar por conocerla. No dejaría de luchar por ver de cerca sus ojos y llenarme de su energía, luchar por rodearla con mis brazos y decirle que me cuente sus secretos, porque me diga su nombre y así decirlo lo mejor que pueda.

Luchar por tenerla junto a mí. Y nunca dejarla ir.

Johanna se separo de mí, esperando una respuesta de mi parte.

-¿Cómo mantener cerca de ti a alguien que no sabe que existes?-fue lo único que pude preguntar. Era difícil decirle todo lo que sentía por aquella chica de la banca. Mis sentimientos iban más allá del gusto, y lo peor era que no sabía ni su nombre.

-Cariño, a veces no se necesita saber todo acerca de la otra persona. Simplemente se siente.-se encogió de hombros.-Como una estrella fugaz.-

Al ver mi ceño fruncido ella rio y se alejo de mi, tomando platos de la alacena y sirviendo la comida en ellos.

-La vez por solo un segundo, y ya parece lo más hermoso que han visto tus ojos.-

Salió al comedor y llamo a la pequeña reunión que había en la sala de estar.

Una estrella fugaz. Eso fue ella para mí, o al menos eso entendí. Había llegado a mí sin previo aviso. Me dejo admirarla más de lo que otras personas lograrían. La más hermosa estrella que han visto mis ojos.

                                                                         (***)

Estaba recostado en la cama de mi habitación después de salir de la casa de Louis. Eran pasadas las doce de la noche, sin embargo no tenia sueño en absoluto.

Louis no pregunto nada al respecto cuando volvimos a reunirnos después de la pequeña charla que tuve con su madre. Era algo extraño. Louis suele ser curioso y hace berrinches extravagantes cuando se entera de algo que no le he dicho. Pero esta vez no hizo nada, y me extrañó.

Aunque, supongo que se dio cuenta de que era un tema más delicado. Bueno, no literalmente delicado, ya que no lo era. Era simplemente complicado e inentendible.

En este momento de mi vida, mi corazón se daba el lujo de complicarme la existencia. Invadía mi mente con imágenes de una hermosa chica con destellos en los ojos.

Haría lo que Johanna me dijo. Tal vez no exactamente, pero algo parecido. Quería conocerla, quería que me conociese. Significar tanto para ella como ella para mí.

Si lo decía en voz alta, se oiría muy lejano, como una meta que a la que no podría llegar. Pero ahí estaba yo. Pensando en una chica que no tenía nada de conocimiento sobre mí, pensando en cómo saber su nombre y en cómo se oiría el mío saliendo de su boca.

Pero… Siempre hay un pero.

¿Por dónde empezar?

Anonymous Love - h.sTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang