Strawberry Frappuccino ┊ TsukiYama.

28

Tsukishima nunca le agradó realmente su familia, él pensaba que era adoptado ya que era casi imposible que su familia fuese tan distinto a él, pero los rasgos físicos que compartían hacían que su teoría fuese falsa. Ahora mismo estaba en camino a la casa de Yamaguchi, ya que su madre los había invitado a cenar para que pudieran conocer a la pareja de su hijo.

Cuando llegó, dejó estacionado su automóvil y bajó del mismo, yendo en dirección a la puerta para posteriormente tocar el timbre. Desde afuera se escuchaban muchos gritos, cosa que le pareció extraño.

La puerta se abrió y los gritos cesaron. Apenas entró, notó como Kuroo, Bokuto, Akaashi y Kenma estaban jugando videojuegos en el salón. Escandalosos.

—Hola, Tsukki... —saludó el pecoso con una voz algo angustiada.

Ahora mismo estaba vistiendo con un pantalón 3/4 y un suéter blanco, además de unas zapatillas. Estaba algo despeinado y tenía algunas ojeras. El más alto le miró extrañado.

—Tadashi, ¿estás bien?

—No.

—Eso parece... —dijo mientras entraba a la casa metiendo sus manos en los bolsillos.

Los que estaban jugando videojuegos siguieron con lo suyo.

Yamaguchi soltó un suspiro caminando en dirección a su habitación mientras era seguido por Tsukishima. Al entrar, se recostó sobre la cama en posición de estrella.

—No he podido dormir bien estos días por la cena... ¡tampoco sé que ropa ponerme! Siento que me veo tan mal así... —se quejó.

Tsukishima soltó un suspiro. Dirigió su mano hacia el muslo de su novio, haciendo una caricia, provocando que las mejillas del pecoso se sonrojaran.

—¿Qué haces? —preguntó llevando sus manos hacia su rostro.

—Tadashi, no necesitas dar una buena impresión allí, en serio. No me importa mi familia.

—¡Pero yo sí quiero dar una buena impresión! —dijo sentándose en el borde de la cama, colocando su mano sobre la ajena.

—¿Por qué? No es necesario...

Yamaguchi se levantó y se quedó frente al rubio.

—Pero yo si quiero agradarle a tus padres... —habló algo apenado.

Realmente Tsukishima no tenía idea del porqué él se preocupaba tanto por eso, sólo iba a ser una cena con su familia y ya. Tampoco le importaba el qué opinaran de su novio, y si es que opinaban negativamente prefería ahorrarse esos malos momentos con su novio, sabía que a él le iba afectar.

—Ahora dime que pantalón se me ve mejor.

De todas maneras, Tsukishima pensaba que era tierno que se preocupara tanto sobre eso... aunque no lo suficiente si veía que se ponía tan nervioso y no lograba dormir bien.

Finalmente, Yamaguchi decidió por vestirse con un pantalón negro y una camisa blanca junto una sudadera que tenía unos colores fríos, además de sus zapatillas negras también. Ahora mismo estaba frente al espejo con aquella base que usaba para tapar sus pecas.

—¿Vas a ponerte base? —preguntó yendo a su lado mientras tenía las manos en sus bolsillos.

—¿Debería?

—¿Por qué me preguntas? Eso deberías verlo tú...

—Pero... ¿debería ponerme o no? —insistió.

—Es tu decisión.

El pecoso soltó un suspiro y dejó el maquillaje a un lado. Para finalizar, se colocó algo de perfume y ambos jóvenes salieron en dirección a la casa de los Tsukishima.