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Las dos mujeres a mi lado no paran de tocar cada parte de mi cuerpo, besándose entre ellas mismas tratando de excitarme.
Tu sonrisa viene a mi mente, tu voz pronunciando mi nombre delicadamente, tus ojos encontrándose con los míos, tu dulce piel, tu sabor, tus caricias.
No puedo evitarlo, los recuerdos comienzan a inundar mi cabeza, no puedo pensar en nada más que en el pasado, en ti.
El alcohol es mi único amante ahora, las mujeres con las que trato de remplazar lo que alguna vez tuve solo hacen que sienta asco; asco hacía ellas, hacía mi.
Aún siento ese dolor en mi corazón, no se quiere ir.
Aún no puedo respirar, desde aquel día.
Por más que intento olvidar, no puedo.
Las voces en mi cabeza no quieren callar, recordándome una y otra vez todo lo que te hice.
¿Alguna vez te golpeé? Vi cicatrices en ti.
¿Por eso te fuiste?
Voy a todas partes, buscando con que remplazarte, buscando la felicidad que tu me quitaste.
Mi corazón esta roto, mi alma ya no esta.
Te has llevado todo ¿entonces de que sirve quedarme aquí?
Me haz dejado en claro lo cerdo que puedo ser, lo inútil que es mi existencia ¿debería hacerte caso e irme por completo?
Debería dejar en paz a la gente, ¿no crees?
¿Sabes? hay un color carmesí en mis ojos, siento como los químicos queman mi torrente sanguíneo y quiero pensar que si tomo dos o tres esto ayudara a liberar mi mente, olvidándome para siempre de ti.
