Dos

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"Sabes que me tienes en tu bolsillo, no tienes que esperarme" -AF

(canción en multimedia)


Siento mis músculos tensarse al estirarme, me acurruco más entre las sábanas y espero que el sueño vuelva a vencerme. Sin embargo, mi madre entra a mi habitación dando un portazo y sin previo aviso abre las cortinas dejando que la intensa luz del sol invada todo el lugar.

-Levántate Lucy, verás a Augusto en dos horas en el restaurante de la plaza.

Me giro con fastidio y me levanto de la cama con esfuerzo, mi madre parece notarlo pero solo rueda los ojos y se dirige a la salida, pero a medio camino se detiene a mirarme de nuevo.

-Antes de que se me olvide, no te vayas en fachas.

¿Eso qué significa? Como si mi madre hubiera leído mi mente, suspira y me mira con exasperación.

-No te vistas completamente de negro ¿entendido?

Asiento con una mueca en mis labios y me apresuro a entrar al baño para no seguir escuchándola, no necesito más estrés del que ya tengo en mi sistema.

Después de un relajante baño, me visto lo más rápido que puedo con unos jeans azul claro, blusa de tirantes color gris, chaqueta negra y zapatillas blancas. Antes de que se me haga más tarde, tomó mi bolso del perchero y arrojó mi celular en el, para después salir de mi cuarto y dirigirme a la salida.

-Te aviso en cuanto llegue, me voy.- me despido pero antes de salir de la casa escuchó su grito. "No vayas a decir malas palabras"

Hace cinco minutos que estoy frente a la puerta del restaurante sin poder moverme, los nervios me están consumiendo

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Hace cinco minutos que estoy frente a la puerta del restaurante sin poder moverme, los nervios me están consumiendo. ¿Cómo tomará el que yo haya venido? ¿Habrá cambiado después de tanto tiempo sin verlo? La parte de mi que me dice que corra es suprimida por mi emoción, así que, juntó toda la valentía que puedo y me adentro al restaurante.

Busco a Augusto con la mirada y lo encuentro sentado en la mesa de fondo. Me acerco lentamente hacia él y en cuanto estoy a sus espaldas toco su hombro con suavidad para llamar su atención.

Augusto se gira con una media sonrisa, pero al verme su rostro forma una expresión sorprendida y confundida, pero hay una chispa en sus ojos que no logro descifrar.

-¿Lucy? ¿Pero qué haces aquí? - pregunta nervioso.

-Mi madre tenía mucho trabajo y me ha pedido que viniera ¿No te lo dijo?

-Claro claro, solo me he sorprendido,- miente y lo se porque no deja de jugar con sus manos.

-¿Entonces está bien que me quede? -preguntó con una sonrisa forzada.

-Claro que sí, no hay problema. Ven siéntate.

Hago lo que dice y me siento frente a él, lo cual me incomoda un poco ya que nuestras miradas chocan varias veces sin poder impedirlo. Él es como un imán.

El mesero llega a nuestra mesa a tomar nuestra orden sonriendo levemente, pido una hamburguesa vegetariana con papas a la francesa, y Augusto un corte de carne junto a una soda. En cuanto el mesero se va, nos quedamos en un tenso silencio ¿Qué debo decir ahora?

-Y ... ¿Cómo te va con la universidad? -pregunta Augusto como si hubiera leído mi mente- Tú madre me ha comentado que estás estudiando psicología ¿te gusta?

-Es ... entretenido. Me gusta.

-Eso me alegra

-Si...¿Y qué tal Sara? ¿Así se llamaba? – Mi pregunta provoca que se tense y me arrepiento de haberla hecho.

-Si, pues esta bien supongo, lo hemos dejado hace tiempo en realidad.

-Oh, lo siento

-No te preocupes- me interrumpe- la verdad es que hace poco salí con alguien pero tampoco ha funcionado, aunque no es que me importe mucho. En fin... ¿Y tú? ¿Sigues con ese niño de la boda?

- ¿Carlos? -pregunto y él me responde con un asentimiento- No, terminamos días después.

-Oh, que mal...

-En realidad no importa, él no me gustaba mucho que digamos-comentó para evitar el silencio incómodo- He salido con alguien igual y aunque hemos durado bastante, no funcionó.

-Ah ¿y hace cuanto terminaste con ese último chico? - pregunta arqueando una ceja. Una pequeña acción que me corta el aliento.

- Un día, creo.

- ¡¿Un día?!- exclama sorprendido

-Sí, es la típica relación donde terminas y regresas, sin embargo, creo que esta es la definitiva. - digo con una sonrisa y me acomodo en el asiento, son demasiado incómodos.

-Te entiendo más de lo que crees.

- ¿Extrañas a tu última pareja? - Pregunto mirándolo directamente a los ojos y siento como revolotean varias mariposas en mi estomago.

-En realidad no, hay alguien a quien...

Antes de que pueda terminar la frase el mesero llega y deja la comida en la mesa. La conversación se detiene y empezamos a comer solo con vagos comentarios. Sin embargo, mi curiosidad no cede ¿Qué habrá querido decir?

Bubbles. "Mi vida antes de ti, era un desastre" © |EN EDICIÓN|Where stories live. Discover now