La diferencia de edad jamás había sido un obstáculo, hasta que ellos volvieron a reencontrarse y todo se vino abajo. Todo lo que conocían desapareció solo con una mirada y un deseo. ¿Cómo algo que se sentía tan bien podía estar tan mal?
(Recuerda q...
Mi abuelo decía que el amor era la maldición más dulce y electrizante que existiera, pero que no muchos eran lo suficientemente valientes para afrontarla. En ese momento creí que estaba exagerando, para una niña de diez años el amor es lo más precioso y jamás piensas que no todo es color de rosa como te lo retratan en los cuentos. Ahora que ya estoy más grande me doy cuenta de lo inocente e ilusa que fui y que mi abuelo supo muy bien lo que decía.
Han pasado cuatro días desde que pasó lo de Augusto y él se ha convertido en el dueño de mis pensamientos, aunque tampoco sé si él está ayudando mucho, pues cada mañana me escribe el mismo mensaje y con tan solo tres palabras logra que mi corazón de un brinco además de crear una sonrisa tonta en mis labios que me dura horas.
"Wake up Bubbles"(Despierta Burbuja)
Releo el mensaje tantas veces puedo antes de que tenga que levantarme para ir a la universidad, pero no logro encontrar una respuesta, nunca lo hago. ¿Debería enviarle un gracias?
-¡Lucy!
Él esposo de mi madre me llama sacándome de mi ensoñación y con un suspiro de fastidio me levanto de la cama y me dirijo hacia el jardín.
-Mira lo que hemos conseguido. Me lo ha vendido el vecino. -exclama entusiasmado haciéndome sonreír genuinamente- ¡No volveremos a comprar limones!
Levantó una ceja y me rio un poco. Ricardo ama el jardín tanto como yo, al parecer es lo único que tenemos en común. Me acerco a ayudarle al ver que batalla para colocar el mini árbol en su sitio y por un momento me relajo.
No es que tenga una buena o mala relación con él, simplemente no encontramos nunca la manera de aceptarnos, aunque quizá solo nos toleramos por mi madre, ambos la queremos y queremos que ella sea feliz. Aunque he de decir que tenemos nuestros momentos en los que por alguna razón, mantenemos la guardia baja y nos llevamos muy bien, platicamos, nos reímos...momentos como ahora.
-Listo, ha quedado Lucy. Muchas gracias por la ayuda. Por cierto, ¿A qué hora tienes clase en la universidad?- pregunta sacándome de mis pensamientos y me sobresalto.
Corro a ver el reloj de la entrada y me doy cuenta que falta una hora para que inicie la primera clase.
- ¡Demonios! - exclamó
Entro al baño rápidamente para darme una ducha. El agua como de costumbre sale terriblemente fría, pero lo ignoro.
"Es tarde, es tarde, es tarde" repite mi mente una y otra vez creando más nervios en mi interior
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Respiro hondo al ver que he podido llegar temprano y me apresuro a entrar al salón. Me acerco a un asiento vacío al fondo y me permito relajarme. Saco los audífonos de mi mochila e intento desenredarlos, sin embargo, la voz de un profesor desvía mi atención.
