| EPÍLOGO |

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___ Nueva York. ___

[ ... ]

Voltee hacia los lados para asegurarme de que no viniera ningún auto y poder cruzar la calle. Llegué al otro extremo y caminé hasta la cafetería más cercana. Eran alrededor de las nueve de la noche, así que sin más rodeos entré y me dirigí a la barra para pedir un café, tenía mucho trabajo pendiente así que debía tomarme al menos unos cinco minutos para descansar y dar una buena presentación. 

Tú: Buenas noches, me da un Expresso Macchiato por favor.

XXX: Buenas noches, en un momento se lo traigo.

Saqué mi celular de la bolsa y tomé asiento en una de las pequeñas bancas que se encontraban en la barra de pedidos. Acomodé mi saco para cubrirme un poco del frío de Nueva York y coloqué el celular en mi oído.

Mariana: Hola Tn, ¿qué pasa? ¿todo bien?

Tú: Si.. este.. ¿Cómo está Sun Hee?, ¿ya se durmió?

Mariana: Si, hace unos minutos la llevé a la cama. ¿Por qué?, ¿pasó algo?

Tú: No no. Todo bien. -suspiré cansada- Llego en unos minutos.

Mariana: Bueno, te espero, adiós.

Tú: Adiós.

Deje el celular a un lado y esperé a que llegara mi orden. Coloqué mis manos en mi cara apoyando los codos en la barra y suspiré con cansancio.

XXXXXXX: Buenas noches señorita Kim. Que coincidencia verla aquí, a estas horas de la noche.

Debe ser una jodida broma. Deben de estarme jodiendo. Suspiré nuevamente y voltee a verlo con una sonrisa forzada y claramente hipócrita. Por suerte mi querida orden había llegado.

Tú: Si, es una gran coincidencia Señor Davis. Pero como sabe, mi turno había terminado hace algunas horas, más sin embargo tuve que quedarme a arreglar algunos problemas del papeleo que claramente no me correspondían a mi. Y hoy debo terminar la presentación de la agencia para mañana, la cual usted me pidió en su escritorio para más tardar a las ocho. Así que si me disculpa, tengo mucho trabajo por hacer, así que me retiro. Tenga buena noche Señor Davis. 

Tomé mis pertenencias y lo dejé con la estúpida palabra en la boca. Si, ser su secretaria es algo de lo que no estoy muy feliz y eso se nota claramente. Se esmera en hacer de mi vida algo imposible, pero eso no será por mucho, ya que solo tengo ese puesto como pasante. Al llegar casi a la puerta de la cafetería mi celular comenzó a sonar revisé el registro y era un número desconocido. No le presté atención y no contesté, al cabo de unos minutos volvió a sonar así que pensé que sería algo importante. 

Tú: ¿Quién puede estar llamando a estas horas? -dije molesta- ¿Diga? -contesté-

XXXXX: Vaya... tanto tiempo, ¿no?

Paré mi andar y traté de procesar la información. "Tanto tiempo", la voz era imposible de identificar ya que en ese momento utilizaba algo, sepa la chingada como se llamen pero son para distorsionar la voz y sea irreconocible.

- ¿Te refieres al vibrato?

Si, eso mero. 

XXXXX: ¿Te comió la lengua el gato? -ríe leve-

Tú: ¿Quién eres? -dije confundida-

XXXXX: Eso no importa, al menos por ahora. Muy pronto lo sabrás.

Tú: Ajá. -rodé los ojos- ¿Quién eres y qué quieres?

XXXXX: Ya te lo dije, no importa quien soy, no por ahora. Y lo único que quiero, es a ti.

𝐒𝐞𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐏𝐨𝐫 𝐔𝐧 𝐏𝐬𝐢𝐜ó𝐩𝐚𝐭𝐚. 𝐏𝐚𝐫𝐤 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora