Capítulo 3

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"Siempre hay un lugar en la espada de un hombre en el
que, si hundes la espada puedes atravesarle el corazón y romperle el
el alma, todo de una vez."
Cazadores de sombras. Ciudad de cristal.

Los ojos del señor Kibutsuji le recordaban a la flor del infierno, una flor que solo florece en otoño, una flor a la que le tienen miedo, una flor de tragedia, sin embargo para Tanjiro eran los ojos más hermosos que había visto, para él esos ojos ...

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Los ojos del señor Kibutsuji le recordaban a la flor del infierno, una flor que solo florece en otoño, una flor a la que le tienen miedo, una flor de tragedia, sin embargo para Tanjiro eran los ojos más hermosos que había visto, para él esos ojos mostraban los verdaderos sentimientos de su portador, sentimientos de tristeza y añoranza. Por muy extraño que parezca eran sentimientos que él quería cambiar por unos cálidos y felices.

—¿No debería estar con su madre? Joven Kamado —dijo un hombre pelinegro y ojos rojos como la sangre.

—S-señor Kibutsuji.

—Disculpa mis modales, buenas noches Joven Kamado —dijo Muzan tomando la mano de Tanjiro para besarla.

—N-No se preocupe para mi nunca será descortés...es un hombre muy amable.

—¡Oh! ¿De verdad? —dijo sonriendo.

—Nunca me atrevería a mentirle señor Kibutsuji.

—Hay muchas cosos que desconoces Tanjiro pero me agrada tu inocencia, es lo que me gusta de...

—¡TANJIRO! Aléjate del señor Kibutsuji inmediatamente —dijo sería Kie.

—Señora Kamado que placer es verla de nuevo.

—El sentimiento no es mutuo. Sabe que no me gusta que hable solo con mi hijo.

—Solo fue cortesía señora, no me atrevería hacer algo que le desagrade.

—¡No me interesa! Solo...que no se vuelva a repetir.

—Será un placer.

Su madre nunca había confiado en el señor Kibutsuji, siembre se refería a él como un demonio escondido debajo de una máscara de amabilidad , y por esa razón nunca lo dejaba entablar una conversación con el y en caso de ser muy necesario dirigirle alguna palabra siempre debía ser acompañado por uno de sus hermanos o su padre, nunca solo.
Sin embargo lo que su madre desconocía era que siempre que el señor Kibutsuji visitaba a su padre por negocios el lo buscaba al terminar la reunión para compartir sus sueños y anhelos.

—Supongo que su visita se debe a nuevos negocios para mi esposo.

—En realidad estoy aquí por Tanjiro.

—¿Que? Yo creí que había quedado claro que no se acercaría a mi hijo.

—Muy claro señora Kamado, sin embargo esta vez su esposo está de acuerdo.

—¡No es posible! El tuvo que hablarlo conmigo antes de dale una respuesta.

—Eso no es asunto mío —dijo con una sonrisa.

—Mamá no te preocupes, estaré con el señor Kibutsuji, nada me pasará si estoy con el.

—Tanjiro no lo entiendes, no puedes confiar en el....este hombre es —pero fue interrumpida por la voz tranquila de Muzan.

—Es hora de irnos Tanjiro, el festival del nuevo sol nos espera.

—Es hora de irnos Tanjiro, el festival del nuevo sol nos espera

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Tercera parte de la historia

Si encuentran alguna falta de ortografía por favor díganmelo.

TruKitajima

Pétalos de lagrimasWhere stories live. Discover now