It's beginning to look a lot like Christmas

364 28 3
                                    

Martes, Diciembre 11

Ser novio de Bakugou Katsuki no es una tarea fácil. Tiene una tendencia a ser muy explosivo si las cosas no son como las planea, o las dice, o quiere, o hay un Midoriya de por medio. No le es fácil demostrar emociones más allá de la molestia, el enojo, la ira o cualquiera de sus derivados en público. Tampoco suele tener tacto al usar las palabras, ni siquiera con sus padres, lo más suave que usa para decir que estás haciendo algo mal es "eres un completo incompetente que no vale una mierda". Las palabras o acciones dulces y melosas no son algo que vayan con él, por donde lo mires, no encaja con la concepción del novio perfecto.

Aunque Todoroki Shouto tampoco quería al novio perfecto.

Él amaba cada pequeño defecto que todos se habían dedicado a señalar desde el día en que empezaron a salir. Sus amigos decían que eran opuestos, no sabían cómo alguien tan tranquilo como él podía estar con alguien tan volátil como el rubio. Al principio había intentado explicarles que sólo tenían una concepción errónea de Katsuki; él no dejaría ver su forma más suave ante nadie que no ganara antes su confianza o demostrara que valía un poco la pena. Pero después de un tiempo, Bakugou le había dicho que dejara de molestarse en eso pues debería bastar con que ellos dos lo supieran y punto.

Además, Todoroki no era tan ciego como para no notar sus propias deficiencias emocionales; desde muy joven su padre lo había obligado a reprimir lo que sentía, aun con la ayuda de sus amigos en U.A. seguía teniendo dificultades para reconocer emociones, ya no hablemos de demostrarlas. Había sido todo un logro que se diera cuenta que sentía algo por Bakugou y fue como un milagro que lo nombrara una atracción. El engorroso resultado fue la pareja más deficiente cuando de demostrar sentimientos se refería, al principio todos pensaron que eso no duraría y que cualquier día simplemente esos dos se mandarían al diablo en una de sus recurrentes peleas. Ellos sospechaban que aún después de todo este tiempo las apuestas seguían en pie. Ni siquiera su círculo cercano terminaba de comprender cómo funcionaban, no por nada Kaminari le había dicho algunos años atrás que no entendía como las dos personas más emocionalmente estreñidas que conocía podían haber terminado juntos. Shouto no había entendido el comentario, pero supuso que no había sido muy amable cuando Kirishima se había disculpado en nombre de su novio y Sero se aseguraba que Katsuki no hubiera escuchado.

Había aprendido a ignorar los comentarios de los demás, las cosas funcionaban muy bien en su relación, no por nada estaba por cumplir diez años a lado de su explosivo hombre. Durante todo ese tiempo desde su segundo año en U.A. había visto una faceta de Bakugou que sabía que nadie más podría ver, ni siquiera Kirishima que era su mejor amigo tenía el privilegio de ver las sonrisas suaves que le dedicaba cuando estaban a solas, o la preocupación de sus ojos cuando regresaba levemente lastimado después de una misión, ni lo tranquilo que se veía al dormir, pero sobre todo sabía que nadie más escucharía salir de esos labios un "Te amo" con la fuerza para detenerte el corazón.

Amor... Sí, no había otra palabra que pudiera nombrar todo lo que sentía. Shouto amaba a Katsuki, lo amaba tanto como nunca creyó amar a nadie. Pero lo más importante era que se sentía amado y eso es algo que cuando era más joven no creyó tener jamás.

Y en momentos como ese, en los que tenía a su novio frente a él en un cómodo silencio mientras cenaban en un restaurante en su tradicional cita de martes, confirmaba que no había persona en el mundo con quien quisiera pasar el resto de su vida. Él no tenía duda al respecto, pero... ¿Bakugou querría lo mismo?

Ellos vivían juntos prácticamente desde sus días en U.A., bueno en realidad en ese entonces solo eran vecinos en los dormitorios y habían intentado tener departamentos separados después de graduarse, pero eso no había resultado muy bien cuando se dieron cuenta que uno de ellos podía pasar hasta tres semanas enteras viviendo en el departamento del otro sin ningún problema. Al final decidieron encontrar un bonito departamento lo más céntrico que se pudiera de sus respectivos trabajos, en parte por ser prácticos y también por ser algo que ambos deseaban.

Consejos navideños de dummies (Corrección) (Todobaku)Where stories live. Discover now