Capítulo 10

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PARTY NIGHT

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Luego de varios días en los que sorpresivamente reinó la tranquilidad entre el grupo, probablemente a causa del hecho de que no salieron de sus habitaciones por la resaca y cansancio que causó la noche en el supermercado y la vuelta a casa, y de que sus padres los llamaron, y gracias a lo terrible mentirosa que es Rapunzel, se enteraron de lo sucedido y les dieron un sermón por video llamada el cual los alejó por horas de su necesario sueño reparador, decidieron que era momento de aprovechar su estancia en las Vegas porque no gastaron montón de dinero para quedarse hibernando en un hotel de 5 estrellas.

Era viernes por lo cual las calles de la ciudad estarían totalmente prendidas por la noche en bares, arcades y discotecas a las cuales estaban ansiosos de ir, al menos 7 de ellos, sin embargo esa noche se estrenaría una película que Jack, Hiccup, Kristoff y Eugene esperaban con ansias, y estuvieron por meses atentos a la fecha de su estreno por lo cual, sin causar molestias y prometiendo una salida los ocho otro día decidieron que ellos se quedarían y las chicas saldrían, bueno, las chicas excepto Elsa, quien no era exactamente una fan de esas cosas.

— Por favor, Elsa. Tengamos una noche de chicas — Rogó Rapunzel viendo a la platinada desarreglada y desplomada en un sofá descalza con un buzo gris y una sudadera rosa.

— Además, ¿no crees que será aburrido quedarte con ellos toda la noche?. Todas sabemos que su programa tan esperado es la película de My little pony. — Se burló Mérida.

Eran las 9 de la noche y Anna, Mérida y Rapunzel ya estaban listas. Todas vestidas con algo cómodo pues en realidad solo iban a por unos cuantos tragos. Las tres vestidas con Jeans y algo para abrigarse pues la noche era bastante fresca en esa época. Rapunzel una chaqueta de pluma lila, Mérida una sudadera y Anna simplemente llevaba un top naranjo de manga larga.

— ¿Cómo lo sabes? — Pregunta Kristoff extrañado ante las palabras de Mérida.

— No lo hacía. — Ríe la pelirroja.

— Pues me iré a mi habitación a ver algún anime.

— ¡Elsa Arendell! — Grita Anna asustando a todos. — ¡Irás ahora mismo a tu habitación y te pondrás algo lindo porque ya gasté un montón de dinero en una reservación V.I.P. para cuatro! ¡¿Está claro?!.

— ¿Qué?

— ¡Arréglate!.

— Bien, bien, ya voy... no grites. — Dijo Elsa mientras corría hacia su habitación.

Si había algo a lo que absolutamente todos le temían era a Anna gritando.

Al final, luego de 20 minutos de espera, Elsa ya estaba lista. Vestía unos jeans claros y con varias roturas, un top negro de mangas cortas y una chaqueta bastante abrigadora negra con las letras C D en las mangas color blanco. Luego de despedirse de los chicos quienes estuvieron en pijama todo el día, las chicas finalmente partieron al bar que estaba a 10 minutos en auto desde el hotel. Todo estaba en silencio hasta que Anna habló.

— Te tardaste.

— No empieces, ni siquiera iba a venir.

Pidieron un Uber el cual llegó en menos de 3 minutos y partieron directo a una discoteca la cual era bastante famosa en la ciudad. Al terminar el viaje, agradecieron al conductor y se bajaron para entrar. Al haber pagado entradas V.I.P. no tuvieron que esperar en la fila como el resto que pidió las entradas normales.

— "Wonderland bar". Interesante. — Leyó Mérida mientras se acercaban al guardia.

— Me suena a un lugar donde venden droga. — Dijo Elsa quejándose.

— Deja de quejarte y camina.

— Buenas noches — Dijo el guardia saludando tras ver el correo de confirmación de las entradas que compró Anna. — DNI?

En ese momento Anna, Mérida, Rapunzel y Elsa muestran sus identificaciones comenzando a caminar hasta que el guardia las detiene.

— Lo lamento, pero la platinada no puede entrar.

— ¿Cómo que no puedo?.

— El bar es para mayores de 21, usted tiene 20.

— Pero si mi hermana... — Y antes de que pudiese seguir, Anna la interrumpe.

— Disculpe a mi hermanita. Le dijimos que no podía venir con nosotras pero aún así insistió. ¿No hay manera de que la deje entrar?.

— Lo siento, pero no.

— Déjenos hablar un segundo y volvemos. Vamos chicas.

En eso, las tres chicas confundidas siguen a Anna hasta unos metros lejos a las espaldas del guardia.

— ¡¿Cómo es posible que hayas vivido en Nueva York y no tengas identificación falsa?! ¡Hasta yo tengo y jamás estuve en Estados Unidos.!

— ¡Pues lamento ser una persona legal! — Alegó Elsa sacudiendo sus brazos.

Mérida y Rapunzel simplemente miraban la escena divertidas. Ellas ya tenían los 21 años cumplidos la cual es la edad legal en Estados Unidos por lo que no tuvieron problema alguno dándose el lujo de ver a las mellizas discutir.

— Supongo que iremos vuelta al hotel, será imposible entrar.

— ¡¿Disculpa?! Nadie le nega nada a Elsa Arendell. Entren y busquen una ventana, la buscaré y me colaré por ahí.

Si había algo que decir sobre Elsa Arendell era que siempre se ha visto fuertemente tentada por las cosas que se le son verbalmente negadas. Cuando tenía 13 años se hizo un piercing en la oreja luego de que sus padres le dijieran que no les gustaba esas cosas. Lo mismo pasó con un piercing en la nariz a los 15 y su primer tatuaje a los 18. También con su carrera luego de que a los 16 le dijieron que el mundo del modelaje no la llevaría a ninguna parte y ahora es aclamada por varios diseñadores para organizar eventos de pasarela.

Pasaron minutos esperando en el callejón antes de recibir un mensaje de si hermana con una ubicación. Caminó al otro lado del edificio escondiéndose de la mirada del guardia y se encontró con unas pequeñas ventanas en la parte más baja de la pared donde si se deslizaba podrías colarse.

— ¡Por aquí!. — Escuchó a su hermana en la ventana del fondo la cuál estaba abierta.

— Sostén mi chaqueta.

Luego de pasarle la chaqueta a una de sus amigas, la platinada se tira al suelo y comienza a arrastrarse por la ventana dándose cuenta que estaba entrando por el baño de... ¿chicos?.

— ¿Por qué estamos en el baño de chicos?.

— Porque es la única habitación que tiene ventana hacía fuera del edificio. Ahora entra hermanita.

Elsa comienza a avanzar sin pensar que no había nada delante de ella por lo que sin esperarselo cae de cara a la fría cerámica blanca que para si suerte estaba limpio.

— Gracias por su ayuda. — se quejó Elsa.

— Apresúrate, antes de que entre un...

— Este es el baño de chicos, ¿Qué hacen acá? — Pregunta un chico castaño interrumpiendo a Mérida.

— Drogas. — Responde Rapunzel sin pensar. — Digo... ya nos vamos. Adiós.

Entre las tres chicas levantan a Elsa y rápidamente salen del baño adentrándose en la gran fiesta que estaba ocurre en el lugar.

— Esto si es una fiesta. — Sonríe traviesa. Mérida.

— Chicas, esta noche será memorable.

Y definitivamente lo sería.



Las Vegas || Jelsa AUWhere stories live. Discover now