El origen de Ka

89 2 1
                                    

En el grupo donde conocí a tanta gente maravillosa, conocí a Kamila, dulce, radiante, pero tan peligrosa como alguien como ella nada más podría ser. 

Aprenderán que el amor no es solo sexual, ni solamente sentimental, y aunque sea a miles de kilometros o a unos centímetros, el amor necesita de todas formas: contacto físico, una vez por semanam mínimamente; comunicación, no permanente pero si constante; y sentimentalismo, comprensivo pero no tóxico. Cualquiera puede ser mayor que otro aspecto pero de no contar con uno, te digo algo: NO TE MIENTAS, EL DOLOR ES PEOR POSTERIORMENTE.

Así pues, conocí a Kamila, la adoraba, por ella compuse muchas canciones, por ella hice maravillas, hice hasta lo que no creía ser posible. Sin embargo, la conocí cuando tenía una relación muy tóxica, un chico que amenazaba con matarse si lo dejaba, y ella sufría mucho porque lo quería pero ese tal, necesitaba estar bien consigo mismo sino no estaría bien con nadie.

Y aunque la ayudé, me ilusioné y la adoré. No sirve de nada si solo era yo. De hecho todo fue rápido, fugaz, tonto, tan yo. Pero lo más curioso es que cuando se terminó, a los días ya andaba en las mismas cosas que hizo conmigo pero con otro. 

Si leen esto y quizá sea rápido contextualizar pero tomen en cuenta que: Amar no es malo, quizá se sufre, se llora, se aprende y más cosas. Sin embargo, amar no es malo. Las personas somos malos eligiendo a quien amar. 

Tras ello, recuperarme fue difícil, sin embargo, saben qué, a veces sembramos cosas buenas en el pasado y el presente o futuro nos salvan. Mientras lloraba por Kamila, Kareem volvió a mi vida.

He de terminar esto señalando que Kamila es el nombre de quien adoré en determinado momento, quizá al decir esto deducirían que por ella mi guitarra se llama FaDoKa. Sin embargo, no es así, de hecho hace muchos años conocí a Kareem, una chica que tiene un gran trasfondo, y por quién en la actualidad amo tocar y cantar junto a mi guitarra.

Kareem es pequeña, dulce y sombría. Pero tan adorable como un cuchillo. Tenía 17 cuando la conocí, ella 16. Pero en tan solo un mes se hizo mi más grande amiga, mi persona más cercana. Ella tenía un enamorado, pero ella era la clásica chica que terminaba y regresaba con un chico, o con varios. Sus varios e indeterminados ex, cabe recalcar que no conocí  a ninguno. Pero a quien conocí muy bien fue a Kareem. 

Cuando compré a mi guitarra actual, fui con mi mejor amigo, Rodolfo, y por él, mi guitarra lleva un Do, por mi un Fa y por Kareem, Ka.

Mi depresión se esfumó, y entre libros viejos, entre mis apuntes de no mucho tiempo, había una canción que terminé. Una que describría como en un mes, en un solo mes alguien se convirtíó en mi inspiración, y aunque llevara sombras en su camino, la amaba. 

Entonces mi primera canción nacía. No por Kamila, no por nadie más. Mi pasado nuevamente me carcomía pero no era para algo malo, me ayudaba a superarme. Kareem me salvó de Kamila, es raro decirlo así pero así fueron las cosas.

La pequeña chica con un abrazo pudo calmar a mi corazón inquieto, logró hacerme ver luz, que mis manos pudieran manipular los acordes, que mi voz tuviera brillo nuevamente.


La pequeña chica con un abrazo pudo calmar a mi corazón inquieto, logró hacerme ver luz, que mis manos pudieran manipular los acordes, que mi voz tuviera brillo nuevamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El tiempo pasaba, una canción acompañaba mi pesar. 
Ella llegó y calmó lo que quizá la chica de su misma inicial empezó.

La primera canciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora