{prologo}

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"cuando todos tus defectos y todos mis defectos se ordenan uno detrás de otro, mira al maravilloso desastre que hemos creado, nos recogemos a nosotros mismos inacabados." - flaws [bastille]

louis y harry caminaban por los pasillos de la preparatoria de la mano. la mayoría de las personas los observaban, no pudiendo entender cómo ambos terminaron juntos, a decir verdad, ellos tampoco lo sabían. o, bueno, harry sí. y fue, más o menos, por una apuesta de su mejor amiga, julie.

❝te apuesto a que no puedes enamorar a louis.❞

❝dinero o no hay trato.❞

❝claro, pero se te hará muy difícil. se sabe lo obsesionado que está con ser perfecto en todo.❞

y en realidad no se le hizo tan difícil, a pesar de que sabía que, en parte, ella tenía razón; louis siempre quería ser el mejor en todo; como deportes, notas en la escuela, físicamente y otras cosas que solían irritar a harry.

él sentía que en cualquier momento lo dejaría. él quizás lo dejaría esa mañana, luego de salir de la escuela, cuando ambos se dirigieran a la casa de louis.

-iré a ver a liam y julie, lou. -louis asintió, y luego de un corto beso, ambos se dirigieron en diferentes direcciones.

liam y julie lo observaban divertidos desde sus casilleros, que oportunamente estaban al lado del otro (era muy probable que hayan pagado porque fuese así).

-¿qué es tan gracioso? -habló harry, sabiendo que se reían de él y louis.

-¿cuándo lo dejarás? -preguntó liam ignorando la pregunta de harry, contra los casilleros, de brazos cruzados. harry se encogió de hombros.

-quizás hoy. -liam se rió y julie rodó los ojos, parada al lado de liam.

-es lo que todos los días nos dices desde hace un mes y nunca haces.

harry sacó el marlboro del bolsillo trasero de sus skinny jeans, tomando un cigarrillo y volviendo a colocar la caja en su lugar. julie le tendió un encendedor y él, amortiguando con su mano el frío viento de londres que provenía de la ventana junto a él, encendió el cigarrillo, sin importarle en lo más mínimo estar en una escuela. de todas formas, las autoridades de la preparatoria tampoco hacían algo al respecto, harry se preguntaba qué hacía louis en una escuela tan imperfecta como esa.

-esta vez es en serio, dejaré a louis. -liam y julie se miraron pero no dijeron nada más al respecto.

después de platicar un rato, el timbre sonó. harry tiró el cigarrillo al suelo y lo pisó distraídamente para luego caminar junto a sus amigos hacia la sala de actuación, ya que a esa hora nadie lo concurría y ellos podían quedarse allí el tiempo que quisieran para no tener que ir a las tediosas clases.

harry también se preguntaba qué hizo que louis aceptara ser su novio. harry no era de cerca perfecto y, francamente, no hacía casi nunca nada bien.

□□□□□

-¡mira, harry! -louis le mostró su dibujo, mientras salían de la escuela.

era harry, vestía todo de negro (como siempre) y el fondo era penumbras. sin embargo, la sonrisa deslumbrante de harry y la forma en que sus ojos brillaban, cambiaban por completa el contexto del dibujo.

» ¿lo entiendes? a pesar de que todo esté mal, tú iluminas mi terrible vida.

harry observó por un momento a louis, alucinado.

-cielos, louis... -harry sonrió suavemente. tomando en sus manos el dibujo, viendo cada detalle de él y luego volviendo su vista a louis-. dibujas muy bien, lou. te lo agradezco. -le entregó el dibujo y en cuanto observó el rostro de louis, dedujo que esa no era la respuesta que su novio esperaba.

-¿sólo ❛muy bien❜? oh, gracias harry. eso me alienta demasiado. -dijo sarcásticamente louis, pasando por al lado de harry, siguiendo su camino a casa.

harry rodó los ojos-. sabes a qué me refería. eres realmente bueno dibujando, bueno, en todo...

louis negó con la cabeza, harry llegando a su lado y caminando junto a él. -no intentes alentarme, debes ser sincero conmigo así puedo hacerlo mejor. de hecho, en cuanto llegue a casa dibujaré hasta que mis dedos se entumezcan. -sonrió a harry.

-no seas idiota.

-no lo soy, sólo quiero ser mejor que, incluso, rembrandt. -harry frunció el ceño, realmente le molestaba la actitud de louis.

-estás tan jodido, -paró abruptamente. esperó unos segundos hasta que louis notó que ya no estaba a su lado y volteó-. ¿qué importa si no eres mejor que rembrandt dibujando o que messi jugando al fútbol o que michael jackson bailando?

-a mi me importa, ¿está bien? tú encargate de apoyarme en mis decisiones.

harry caminó más cerca de él. -tus decisiones son estúpidas. te comportas como un enfermo, quizás en serio lo seas.

louis frunció sus labios en una fina línea. -no tienes el derecho a decir algo como eso, tú no sabes por lo que pasé toda mi vida, styles.

y, vaya, nunca le decía styles a menos que esté realmente molesto. y eso no solía ser bueno. sin embargo, no dio el brazo a torcer.

-no te hagas el misterioso. sólo... joder, estoy harto de ti. -lo miró fijamente.

louis tristemente musitó. -¿ves por qué siempre tengo que ser el mejor? porque nunca soy lo suficientemente bueno para alguien.

louis se dió la vuelta, y reanudó su camino a casa. lágrimas caían de sus ojos pero estaba demasiado triste y pensativo como para quitarlas.

-¡louis! -harry, por su parte, corrió hacia él, sin entender porqué.

le había dicho a sus amigos que lo dejaría, ¿por qué ahora estaba corriendo hacia louis con tal desespero?

-louis, ¡espera, por favor!

sin embargo, louis continuó caminando. aun así, harry lo alcanzó, tomándolo del brazo para voltearlo hacia él.

-¿qué, harry? -louis preguntó, mirando hacia el suelo, avergonzado de lo débil que se veía. -dios, además de demente soy un maricón.

-lo siento mucho, bebé. -harry colocó su mano en la barbilla de louis, levantando su rostro. sus mofletes estaban algo rojos y de sus ojos todavía caían lágrimas-. tú sabes que eres perfecto para mi, ¿no?

-no parece. estoy enfermo para ti. -harry negó con la cabeza, intentando mostrar en su rostro lo arrepentido que estaba de que esas palabras hayan salido de su boca.

-eres mi chico que todo lo puede. yo sólo soy un imbécil que no sabe medir las palabras que dice, y lo siento mucho.

louis estuvo unos momentos evaluando la respuesta de harry.

-no eres un imbécil, -louis se acercó a harry y plantó un beso en sus labios-. piensa que si lo fueras, no estaría contigo, amor.

harry sonrió, eso era un gran cumplido viniendo de alguien como louis. le sujetó la mano y ambos volvieron a caminar directo a la casa de louis, donde éste pensaba ver una película y acurrucarse juntos hasta quedarse dormidos. era un buena idea.

-si sirve de algo, yo creo que eres mejor que rembrandt.

-no mientas, haz. estoy seguro que nunca viste una pintura de él. -ambos rieron.

y quizás hoy no dejaría a louis.

atelofobia / larry Where stories live. Discover now