« 03 »

28 1 0
                                    


Abrió los ojos por el molesto calor, pero se encontró con que claramente estaba vestido con todo y el abrigo que había usado ayer por la noche al regresar de la sesión. Estaba en una posición algo incómoda y uno de sus brazos colgaba por el borde del sillón. Antes de siquiera moverse, se dio cuenta de que unas piernas rodeaban su cuerpo y una de ellas, pesada, terminaba encima de su muslo. Reconoció al instante la poca piel que se dejaba ver y esos pantalones de tela suave. Era NamJoon. Se había dormido recostado sobre el líder. De hecho, la mitad superior de su torso estaba sobre todo el pecho de Nam, que en una postura de todo menos cómoda con su cuerpo sobre el de él, tenía la cabeza echada sobre el brazo del sofá.

Un tenue aroma a frutos rojos se dejó ir, pero SeokJin se vio sobrecogido por el montón de emociones de hallarse en tal situación. Bien. Ayer llegó un poco tarde, se encontró con su menor en la sala, se recostó contra él mientras le acariciaba y se durmió. NamJoon no lo despertó y le dejó dormir sobre él.

Eso era tierno.

Entumecido como estaba, porque el sofá jamás iba a reemplazar la suavidad de su colchón, no pudo pensar en mejor forma de descansar. Se deshizo de la pierna que se enrollaba sobre la suya para levantarse. Necesitaba despertar a su líder para que desayunasen. Tenían práctica coreográfica y más les valía estar a todos ahí a la hora, o se iban a llegar un buen regaño de parte de su mánager.

—Nam... —empezó a llamarle, golpeándole la mejilla con suavidad. Conocía el peso de su mano y no quería golpearlo, solo llamar su atención. —NamJoon, despierta

Con pocos resultados, se debatió entre lanzarlo bajo el sillón o continuar de esa forma. Fue incapaz de ser bruto con él y en cambio, caminó un poco para hallarse con los pies descalzos del moreno y comenzó a jalarle los dedos. En respuesta, el líder se removió queriendo alejarle, pero no paró hasta que consiguió que esos bellos ojos marrones se abrieran para observarlo.

—Al fin.

—Tengo los pies fríos —reclamó el menor. Jin alejó sus dedos y se irguió para mirarle.

—No me lo pareció —sonriente, esta vez fue el mayor quién le tendió la mano para ayudarlo a levantarse. —Vamos, todavía hay que despertar al resto. Debemos estar listos para la práctica en un rato

—Joder —reclamó el líder, tan animado como él mismo de saber que estaría encerrado en un salón de prácticas junto a sus seis compañeros sudorosos por largas y extenuantes horas. —Necesitaremos supresores...

—Sí —concordó el mayor. La compañía solía poner a disposición de ellos supresores en aerosol, algo que no los dañase con hormonas, pero que evitase la filtración de sus aromas. No todos en el grupo eran alfas u omegas, de hecho, SeokJin, Yoongi y Taehyung eran betas, pero por el bienestar del grupo y para evitar problemas, a ojos del público todos lo eran.

Eso evitaba dos cosas: primero, molestias con sasaesangs acerca de su género secundario y segundo, proposiciones indecentes por el mismo. Práctica recurrente en todas las agrupaciones con tal de evitar los malos ojos sobre sus artistas.

SeokJin no podía sentir sus aromas. No había problema de su parte.

—¿Qué tienes pensando hacer de desayuno, hyung? —cuestionó el moreno, distrayéndolo de sus pensamientos. Seok siempre agradecía que resguardaran de esa forma su privacidad, vivía de las ilusiones de los fans suponiendo sus géneros. Era lindo que algunos pensaran que él podía ser un alfa, sin embargo.

—¿Se te antoja algo específico? —sonriente, el mayor se dirigió con el líder siguiéndole hasta la cocina. Su cuerpo resintió la puesta en movimiento al instante en que comenzó a caminar.

Disociativo「NamJin」Where stories live. Discover now