23 | Copas de a par

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Perdón, perdón, perdón.
Realmente me siento jodidamente mal no haber actualizado desde hacía mucho tiempo.

El capítulo inicial era uno extensamente largo, sin embargo, merecen contenido para leer. Pero lo corté "por la mitad" ya que la "otra mitad" es la que falta por desarrollar.

Gracias por esperar.
Gracias por apoyar.
Lobiu <3

Val

*

Por minutos enteros en la cabeza de Hades, todo se trataba de dudas, Perséfone y dudas respecto a Perséfone. Quería todas las respuestas a sus dudas. Las razones de sus actos, sus emociones ante lo que hacía, incluso sus pensamientos más profundos.
La tenía a su lado, pero la sentía tan distante al no saber casi nada sobre ella. Todo su ruido se vio interrumpido por la misma persona en quien rondaba.

—¿Se puede saber a dónde vamos? —preguntó Perséfone curiosa.

Llevaban caminando por pasillos y escaleras del castillo sin poder llegar aún a su destino. Un viaje largo del cual no estaba muy seguro de llevarla a ese lugar.

—Pronto lo sabrás.

—Cada vez más misterioso —rió por lo bajo creyendo que no la escuchaba—, ¿acaso era también el dios del misterio?

—No se trata de misterio, sino de una sorpresa.

—Ah, ¿entonces ese sorpresa tiene que ver con la visita del sastre de hoy?

Mientras él lideraba con la visita inesperada de su sobrino Hermes la bella Perséfone era atendida por su sastre para tomar las nuevas medidas de su cuerpo y darle vestimenta de calidad.
Y tras saber de su reciente integración a las labores del Inframundo era más que importante darle ropa que no le incomodase.

—En realidad, no. De cualquier forma, lamento mucho no haber asistido esta vez. El Inframundo requiere de mucha labor para funcionar.

Perséfone hizo un gesto como si estuviese acurrucándose contra el brazo de Hades. La miró de reojo, se veía más tranquila y como siempre amable. Lo único que no agradaba al rey de los muertos hasta llevarle a preocupar eran sus largas estadías en la sala del baño. Sabía bien que yacía allí para revitalizarse, pero no lo creía algo sano.

—Es tu deber cumplir con todos cuando se trata del Inframundo, sabes que nunca me opondría a ello y he de admitir que me vino bastante bien que no nos acompañaras el día de hoy. Se podría decir que yo también tengo una sorpresa.

—Dime qué es —pidió como si fuese un niño insistiendo por su regalo. Perséfone rió de pensarlo con un rostro de inocencia infantil en Hades.

—Las sorpresas no se revelan.

—Quiero saber, necesito saber.

—Oh, vamos, ¿que no puedes vivir con la intriga?

—No cuando me tientan.

Perséfone entreabrió los labios para responder, pero no respondió nada. Sólo se mantuvo callada con un leve sonrojo en sus mejillas. No quería desviarse a temas que no le incumbían.

—Pues no sabrás hasta que sea tiempo —levantó un dedo y lo señaló— y te prohibo amenazar al sastre o a cualquiera que esté involucrado a la sorpresa.

—Le quitas lo divertido a lo que significa tener influencias —bromeó con ella, riendo a la vez—, pero acepto sin gusto. Esperaré a que me reveles la sorpresa por voluntad propia.

K O R EWhere stories live. Discover now