Capítulo XXII: Inflexión.

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La pelea culminó en 8 minutos. Después de que Midoriya o Green volvió en si, pareció que el tiempo corría mas rápido de lo que el universo permitía, y toda la audiencia quedo perpleja ante la victoria del cuerpo más pequeño, cuando minutos antes, esté estaba sin aire en el piso.

Maldita juventud. 

Era lo que los presentes remarcaban tanto en sus mentes para buscarle una explicación al cambio de roles de los que eran testigos. 

Y bueno, aunque el otro rival aun se encontraba dentro de los 20's, era bastante claro que aquel que tanto se esforzó, aun con todos los movimientos; en esconder su identidad, era menor que Inagawa. 

En las peleas clandestinas era muy común ver involucrarse a jóvenes en este tipo de cosas. Si hablamos de lo muy poco que estaban de acuerdo ellos mismos para hacerlo, entonces ahí ya cambiaba el asunto. 

No era un aspecto que a las mentes consumidoras de este tipo de actividades ilícitas les causara conflicto, después de todo, estaban enfermos de violencia. 

Pero los peces gordos* si que pensaban diferente. Y no porque tuvieran la consciencia limpia y que aquello les causara un malestar en sus principios morales, si no porque, fuera quien fuera ese muchacho y las grandes habilidades que poseía, claramente podría ponerlos en desventaja.

No llames la atención. 

Le había dicho Stain a Izuku. Pero aunque ambos quisieran hacerse los ciegos, no podían nadar contra la corriente. Al menos no en esta ocasión. 

Porque ambos lo sabían. 

Sabían que Izuku estaría en peligro desde el primer momento que pusiera un pie dentro de ese lugar, y lo confirmaron cuando Stain le hablo de aquellas personalidades que estaban involucradas. 

Así como también sabían, que la presencia de esos hombres solo podría significar, el ascenso de asuntos mucho mas grandes, y que ajenos a su plan, solo eran un mero estorbo. 

Y Green era eso... Un extraño y una incógnita de la cual tenían que estar alerta.

Un maldito estorbo. 

Al bajar de la arena, después de dejar a su oponente tirado y delirando de dolor por dentro, ya que el hombre ni siquiera se veía con fuerzas de ejercer grito alguno, Izuku recogió las lentillas rotas y se quería ir inmediatamente con Stain. 

El drogado de Inagawa le había dado unos golpes en el estomago que sinceramente, le habían dolido bastante. Pero la mirada de los organizadores encima de él, cuales tiburones, no se hicieron esperar, y muchos de ellos evitaron que se fuera apenas acabo su lucha. 

Al menos no fue de manera forzosa, pero la constante insistencia para quedarse a "celebrar", supo que si se iba en ese momento, entonces si tendría bastantes problemas. 

Así que espero a que transcurrieran las otras peleas, pero no aguanto más cuando durante el ultimo encuentro apenas vio la oportunidad, se escabullo entre unas docenas de personas y pudo llegar hasta la salida. 

—Eres bueno escapando— apenas escucho la voz detrás de él, paro en seco y dispuesto a encarar  a la persona que lo había visto. 

—No estoy escapando— se tranquilizo un poco cuando al voltear se encontró a uno de los peleadores "menos problemáticos". 

"Hawks" 

—Ah, ¿en serio?, mis disculpas entonces— el hombre de cabello castaño claro, casi rubio, estaba sonriendole casualmente, pero en su mirada seguía manteniendo esa aura intuitiva que todos parecían poseer ahí, unos más que otros; pero dicha mirada era necesaria si querían sobrevivir. 

WE ARE LEGENDS, WE ARE DIAMONDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora