ᴄᴏɴꜱᴜʟᴛᴀ ᴀᴍᴏʀᴏꜱᴀ | ꜱᴇɴɢᴇɴ

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—Oh, querido Senku, puedes ser un genio en las cosas científicas pero en el amor ─río suavemente─, en el amor, en serio debes estar muy perdido cómo para pedirme un consejo a mí.

Era cierto, Senku Ishigami era increíble y podía hacer cosas que para cualquiera serían imposibles. Podía controlar situaciones en las que estaba entre la espada y la pared, y hasta salirse con suya.

Pero la sensación en su pecho que últimamente lo albergaba, las mejillas sonrojadas y los nervios frecuentes al hablar con "esa" persona, no podía controlarlos ni entenderlos.

Pensó y pensó qué sería aquello que tanto le molestaba y sólo pudo llegar a una conclusión.

"Amor"

Escuchó la palabra en su mente y cientos mariposas en lo más profundo de sus entrañas decidieron que era momento perfecto para revolotear.

Nuestro protagonista, jamás lo había sentido y así estaba bien. Lo único que sabía del amor era lo que había visto en las películas que su padre lo obligaba a ver de vez en cuando y sabía que la ficción y la realidad eran cosas totalmente diferentes.
Además de que ni siquiera estaba cien por ciento seguro de que lo sea realmente.

Después de todo, quizá las mariposas sólo eran gases, pues era científicamente imposible que tuviésemos mariposas dentro nuestro.

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Él sabía que lo mejor sería acabar con esa emoción lo más antes posible y que todo eso, era una pérdida de tiempo.

Tiempo era lo que le faltaba. Pronto acabaría el invierno y tendría que enfrentar a Tsukasa. Por lo que, enamorarse de alguien, sólo sería un estorbo para su objetivo principal.

Pero pese a que trataba diligentemente de ignorar este sentimiento, este lo atormentaba día y noche.

Ya no se acercaba tanto a esta persona porque ni siquiera podía verle directamente a los ojos.

No dormía bien pensando en esa persona.

Y hasta cuando lo lograba, ese ser lo atormentaba en sus sueños, poniéndolo en situaciones ridículamente empalagosas y cursis.

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Después de pensarlo un buen rato, se dio por vencido, debía de enfrentarlo.

¿Pero cómo?

Era la única persona que sabía de este sentir y le gustaría que fuera así por siempre. Pero de todas formas tendría que consultarlo con alguien que sepa más del tema.

¿Quién?

Pensó en Chrome.
No.
Si es que Senku no sabía de amor, Chrome seguramente estaría peor.
Según Kohaku, Chrome estaba enamorado de Ruri pero no se atrevía a confesarle sus sentimientos, por lo que preguntarle, no le aportaría nada.

Descartado.

Kohaku.
La leona le había dicho anteriormente a él, una persona a quien en ese entonces no conocía demasiado, que Chrome estaba enamorado de Ruri.
Entonces, seguramente tampoco dudaría en contarle a toda la aldea de su peculiar enamoramiento.

Descartada.

Ginro y Kinro.
Eran muy tontos para comprenderlo.

Descartados.

Ruri.
Ella era más discreta, más lista y también tenía más experiencia en el amor.
Pero se habían casado y divorciado hace poco, por lo que el preguntarle a su "ex-esposa" de su actual "amor", no sería lo correcto.

Descartada.

Magma.
Ja.

Descartado.

Kaseki.
El viejo seguramente sabría comprenderlo, pero él no sabría cómo explicárselo bien y...
No. Lo usaría como último recurso.

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Se dio cuenta de que no tenía a nadie a quien pudiese preguntarle y no estaba preparado para enfrentar al objetivo de su enamoramiento directamente.

Gen.

Fue entonces cuando se le ocurrió una perfecta idea.

Iría con el mentalista. Él seguramente sabría más de amor, sería discreto y le diría exactamente aquello que querría escuchar.

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—Oi, mentalista.

—¿Qué sucede Senku-Chan?

—Necesito un consejo con algo que me ha estado molestando.

Las palabras que había estado practicando durante un buen rato para no quedar en ridículo, salieron en un tono muy bajo por lo nervioso que estaba. De no ser porque Gen tenía un oído muy agudo, no las habría escuchado.

—¿Molestando? ¿De qué trata? ¿Yo hice algo malo?

— No, no hiciste nada, es sólo que...

"Mierda", maldijo Senku.

—Es sobre amor.

Y así es como llegamos a la situación actual.