Jisung-solo-soy-yo

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Jisung también intentaba esforzarse todo lo posible por conseguir dinero. No es que hubiera dejado el instituto solo por eso, simplemente odiaba sentirse un fracasado. Pese a que era muy inteligente, no se le daban bien las clases o estudiar.

Era bueno haciendo música y cuidando niños, así que a eso se dedicaba.

Bueno, también trabajaba en una discoteca los viernes, sábados y domingos por la noche. No tenía que hacer nada más que servir bebidas y aguantar a un montón de gente borracha, pero pagaban bien y lo ahorraba siempre para que nadie sospechara. Las cosas podrían torcerse algún día.

El caso es que se inventaba excusas cada vez que alguien le decía de hacer algo alguna de esas noches. A veces, cuando estaba muy cansado, ni siquiera salía durante el día a no ser que tuviera ensayos.

Quería ayudar a su grupo y esa era la mejor forma; sin embargo, no quería que los demás se enteraran. Chan y Changbin ya tenían suficiente con los estudios y el restaurante de pollo frito. También necesitaban algo de tiempo para poder trabajar en la música, y si se sentían obligados a conseguir otro trabajo, eso quedaría bastante relegado.

Y si tenían dinero pero no música... no iban a ningún lado.

Con todo, Jisung se levantaba feliz todas las mañanas. Se arreglaba y guardaba todo lo que necesitaba en una mochila y después simplemente se marchaba a la guardería. Esperaba a que llegaran todos los niños y luego disfrutaba cuidándolos, jugando con ellos y enseñándoles cosas. Era un chico torpe, pero se había ganado a todos los pequeños y siempre les hacía reír.

Seungmin y Jeongin eran los hijos del jefe, así que gracias a ellos Jisung consiguió aquel trabajo. Además, algunas tardes, sobre las tres, llegaba Jeongin para ayudar un poco.

El caso era que se había terminado por volver más cercano con él que con Seungmin —y eso que habían ido juntos a clase y todavía eran muy amigos—, pero Jeongin... a Jisung le encantaba su forma de ser, cómo trataba a todo el mundo con cariño, en especial a los niños, y cómo tenía una sonrisa dibujada en el rostro a todas horas.

Ya conocía a los padres que traían a sus hijos, sabía sus nombres y algún que otro dato relevante sobre sus vidas, pero había un chico al que veía todos los días por el que siempre había sentido una curiosidad enorme.

Traía a dos niños cogidos cada uno de una mano y llegaban de los primeros, con el tiempo suficiente para que los pequeños caminaran a su ritmo, con tranquilidad. A veces aparecía con alguno en brazos porque se había cansado de andar.

Jisung ni quiera sabía su nombre, pero no podía sacarle más de dos o tres años, así que lo más probable era que fuera el hermano mayor y no el padre de los mellizos.

Nunca habían coincidido, pues siempre se le adelantaba alguno de sus compañeros, pero ese día decidió darse toda la prisa que pudo por forzar ese encuentro.

En cuanto los vio, fue casi a la carrera hacia ellos, y el contrario lo notó porque le lanzó una mirada confusa antes de dejar a uno de los niños en el suelo.

—Hola —saludó, y se agachó hacia los pequeños—. Portaos bien.

—Sí —dijo.

La sonrisa del chico se hizo tan grande al escuchar a su hermano que Jisung tuvo que apartar la mirada para no quedarse mirándole demasiado tiempo.

—Tú siempre lo haces, Dori —le dijo dándole un besito en la mano—. Lo digo sobre todo por ti, Doongie. Papá me ha dicho que el otro día te portaste mal. No golpees a nadie si no quieres que me enfade, ¿de acuerdo?

El niño le dio un manotazo en la cabeza y el chico suspiró y miró a Jisung.

—¿Cuándo cambiará este chico?

Jisung se rio y le acarició la cabeza a Dori cuando se abrazó a su pierna.

—¡Jisuuung!

El chico se levantó y señaló al aludido como si estuviera ofendido.

—O sea que tú eres el famoso Jisung del que estos dos no paran de hablar.

—¿Hablan de mí?

—Incluso Doongie lo hace, y a él no le cae bien nadie. ¿Les das caramelos a escondidas o qué? ¿Cuál es tu secreto?

—Yo... no tengo ninguno. Solo soy yo.

—Solo eres tú... —dijo—. Pues tienes que tener algo especial, Jisung-solo-soy-yo.

Jisung se rio y bajó la cabeza algo avergonzado. Dori le cogió de la mano y le lanzó una sonrisa.

—Bueno —dijo—. Tengo que marcharme o llegaré tarde a clase.

—Oh, claro.

—Hasta la tarde, chicos. Dadme un beso. —Se volvió a agachar y esperó a que los dos se acercaran a besarle en la mejilla. Doongie le volvió a golpear y se escondió detrás de Jisung mientras se reía—. Adiós, Jisung.

—Adiós —respondió, pero justo cuando estaba a punto de irse, volvió a llamarlo—. ¡Disculpa! Eh... ¿Cómo te llamas?

—Lee Minho.


—Lee Minho —dijo Jeongin mientras sostenía un biberón en la mano y a un niño en la otra—, el hermano mayor de Doongie y Dori... Somos amigos, ¿por qué?

—Curiosidad —contestó Jisung tratando de sonar indiferente—. ¿Qué sabes de él?

Jisung movió a la pequeña que tenía en brazos para dormirla y ambos empezaron a hablar en un tono un poco más bajo. Jeongin miró a Jisung intentando adivinar qué tenía en mente, pero al final se rindió.

—Pues... ¿todo? Minho se encarga de sus hermanos porque sus padres tienen que ir a trabajar muy temprano, a veces ni siquiera están en Seúl. Trabajan en una empresa importante y tienen reuniones en otras ciudades o cosas que hacer.

—¿Son gente importante y traen a sus hijos a esta guardería?

Jeongin frunció el ceño.

—¿Estás insultando a la guardería? ¿Quieres que se lo diga a mi padre?

—No bromees con estas cosas porque me las creo, Innie.

Jeongin se rio y dejó el biberón en la mesa.

—Sabes que nunca haría nada para perjudicarte. En fin... los traen aquí porque son amigos de mis padres desde el instituto. Entonces... Eh... ¿Te ha gustado Minho?

Jisung acostó a la niña en la cuna y la tapó con una mantita.

—Voy a seguir trabajando para que tu padre no me eche, que te vaya bien.

Mientras abandonaba la sala, escuchó la risita burlona de su mejor amigo. Él sabía que cuando evitaba esa clase de preguntas era porque le daba demasiada vergüenza responderlas.

Y es que sí, puede que hubiera visto algo en Minho que le había llamado la atención de una forma diferente a la que estaba acostumbrado.

Chikin House [STRAY KIDS]Where stories live. Discover now