killing sirius black ⧽ 𝘄𝗼𝗹𝗳𝘀𝘁𝗮𝗿 (𝗲𝘀𝗽𝗮𝗻̃𝗼𝗹)

Amortentia

—Muy bien, Meilleure. ¿Qué hay en la agenda de hoy? —Sirius irrumpió en el cuarto de las pociones mohosas.

—Llegas tarde. —Darcey declaró.

—Son las 6:35. —Sirius se encogió de hombros, dejando caer su pesada bolsa en un taburete vacío.

—Sí, y he dicho que estés aquí a las 6:30. —Darcey estaba irritado.

—Oh, déjalo Meilleure, o si no, no te daré clases. —Sirius dijo, sacando unos apuntes escritos con una letra bastante clara. Sirius no le pareció a Darcey que él era el tipo de persona que hacia la letra tan elegante, pensó que debía ser un hábito arraigado en él desde joven.— Ahora, ¿qué poción estamos preparando hoy?

—Amortentia. —Darcey deslizó su libro de pociones, para que Sirius pudiera ver la receta de Amortentia.— Ya he sacado todos los ingredientes, pero tienes que ayudarme a prepararlos. —señaló los diferentes ingredientes que había preparado.

—Muy bien, por qué no llenas el caldero, y yo empezaré con el huevo de Ashwinder. —Darcey asintió y llenó el caldero de peltre con un simple aguamenti.

Trabajaron en silencio durante un rato, sólo Sirus hablando de vez en cuando para darle una instrucción.— Entonces —dijo Sirius torpemente.— ¿Sabes a qué olerá el tuyo?

—El año pasado fue la única vez que lo preparé antes, y bueno, no salió del todo bien. —Darcey se encontró avergonzada, lo que fue extraño, normalmente se regodeaba en la confianza.

—Bueno, ¿cuál es su mejor suposición? —preguntó Sirius.

—¿Tiene el poder un aroma? —Darcey sonrió tímidamente. Se encontró bastante cómoda hablando con Sirius.

—Hablando como una verdadera Slytherin. —Sirius se rió. Lo que hizo que el estómago de Dracey se revolviera de emoción, su plan estaba funcionando.— Merlín sabe que ya he estado bastante tiempo con ellos. Eres de sangre pura, ¿verdad? —levantó la vista del caldero que estaba removiendo hasta donde Darcey estaba cortando la raíz de jengibre. Notó que Sirius tenía ojos azul-grisáceos, similares a los suyos.

—Sí. Sangre vieja, pura desde el principio de la humanidad de los magos. —dijo, con orgullo.

—¿Cómo es que tu apellido no está en los Sagrados 28? —sus ojos grises la miraron con curiosidad.

—Ah, verás, la lista de los Sagrados 28 sólo está formada por familias de magos británicos, y mi familia no es británica. —mientras hablaba, su cuchillo resbaló y casi se corta la punta del dedo índice. Afortunadamente movió su mano a tiempo, y Sirius no se dio cuenta.— Nos mudamos de Francia cuando tenía nueve años. —ella le dijo.

—Pero no tienes acento —él le indicó que pusiera la raíz de jengibre en el caldero.

—Bueno, era joven cuando nos mudamos, así que perdí el acento. —ella dijo simplemente, tirando la raíz de jengibre en el caldero. Cuando lo hizo, una nube de vapor salió del caldero indicando que la poción estaba casi lista.

—¿Por qué se mudaron? —preguntó, continuando con la agitación, mientras ella añadía espinas de rosa.

Se detuvo pensando en por qué se habían mudado. Lo hicieron por lo que hizo su hermano. Se mudaron porque no podían enfrentarse a todos sus vecinos, a toda su familia después de lo que hizo su hermano.— Cosas de familia. —murmuró.

—¿Tienes hermanos? —su estómago se tambaleó ante la pregunta.

Odiaba fingir que su hermano no existía. Pero no podía contarle a la gente lo que había pasado, le daba mucha vergüenza.— No. —ella silenciosamente sacudió su cabeza.

—Tengo un hermano —continuó Sirius.

—Regulus. —dijo, echando un poco de menta en la poción.

—¿Lo conoces? —una expresión ilegible brilló en los ojos de Sirius.

Sí, lo conozco. Somos buenos amigos Mortifagos. Planeando cómo vamos a matarte juntos.— Sí. —ella dijo, moliendo la piedra lunar en un polvo fino.

—¿Cómo está? —preguntó en voz baja.

—Lo está haciendo bien. —ella le miró a los ojos, él le dio una pequeña sonrisa.

—Es bueno oírlo. —Sirius tomó un largo respiro, mientras Dracey preparaba el ingrediente final.— Lo extraño.

El corazón de Darcey hizo una cosa extraña que no le gusto mucho.— Él también. Lo dice mucho. —ella se lo dijo. Por un momento, sólo un momento, sintiendo empatía hacia él. Sirius asintió en silencio mientras terminaban la poción.

Un vapor de plata se elevó de la poción, y se veía perlado en el caldero. Estaba hecho.— ¿Qué es lo que hueles? Los libros de texto dicen que una buena poción de Amortentia huele al menos a tres cosas.

Darcey se inclinó sobre el caldero, el vapor le hacía un tictac en la cara. Inhaló largamente.— Esmalte de uñas. —dijo. Se miró las manos, bien cuidadas con un barniz negro brillante.— Eso tiene sentido. Me encanta pintarme las uñas.

—¿Qué más? —preguntó Sirius.

Ha vuelto a inhalar.— Avena. —sonrió con cariño.— Mi abuelo solía hacérmelo cuando me quedaba a dormir los fines de semana. —volvió a inhalar el olor del cuero que la rodeaba.— Cuero —volvió a inhalar, tosiendo por el repentino cambio de olor de la poción.— Y humo de cigarrillo. —ella tosió.

—Supongo que no te gustan mucho los cigarrillos. —Sirius se rió.

—Quiero decir —a decir verdad, nunca se le ocurrió. Los labios de Barty a menudo sabían a cigarrillos, él debe fumar. Aunque estaba lejos de estar enamorada de Barty Crouch.— Supongo que está bien. Aparentemente me encanta.

—Está bien —se rió Sirius— Escribe lo que hueles, luego es mi turno.

Rápidamente anotó: Esmalte de uñas, Avena, cuero y humo de cigarrillo.— Bien, es tu turno.

Sirius se inclinó hacia adelante en el vapor, una sonrisa creciendo en su cara.— Té —volvió a inhalar— Chicle de menta —su sonrisa se hizo más amplia.— Chocolate —se rió— Y algo terrenal —pensó por un minuto.— Y algo como el bosque de noche. —hizo una última inhalación, luego se inclinó hacia atrás, escribiendo rápidamente lo que olía.

—¿Algo de eso tiene sentido para ti? —preguntó Darcey con curiosidad.

—Sí —leyó su lista— Sí que lo tiene —seguía sonriendo. Lo que Darcey pensó que era algo bueno.

—Bueno, Black puedes irte. Yo limpiaré esto. —Darcey sonrió, jugueteando nerviosamente con un frasco en el escritorio.

—¡Muy bien! Hasta mañana. Tal vez no llegue tarde. —entonces Sirius dejó el aula, como un confiado fanfarrón en su paseo.

Una vez que estuvo segura de que se había ido, puso la perfecta Amortentia en el frasco, y más cerca del 15 de noviembre le pasaría su contenido a Sirius Black.