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Esa mañana Hoseok llegó tarde, pero la única persona a la cual culpaba era Min Yoongi, a él porque a pesar de tener 27 años no era capaz de pedirle una cita al hombre del cual estaba enamorado, y no es que la idea haya surgido de la nada, pero siendo sinceros el esperaba que Yoongi diera el primer paso, porque estaba seguro que sus sentimientos eran recíprocos, aunque no tenía ningún problema con ser el quien lo invitara a una cita.
A la hora del almuerzo ambos doctores se encontraban en la muy recurrida cafetería.

— Vaya sorpresa que el súper puntual Dr. Jung haya llegado tarde al trabajo por primera vez en dos años — dijo Yoongi con tono burlón

— Ya te lo dije me quedé despierto hasta muy noche, además estoy seguro que mi alarma no sonó — comentó Hoseok

— Como digas, ¿qué harás en tus próximas vacaciones? — pregunto Yoongi

— Yoongi, estamos a mitad de año, nuestras próximas vacaciones son hasta Diciembre

— ¡Hey!, solo era una pregunta cualquiera...

Ambos tomaron un sorbo de su café y Yoongi indagó a preguntar — ¿por qué si traes tu comida vienes a comer aquí en lugar de disfrutarla en tu consultorio?

Por qué me gusta pasar tiempo contigo, idiota — pensó Hoseok — me gusta venir aquí y desestresarme — dijo en cambio — además no quiero que mi consultorio huela a comida, de hecho creo que está prohibido comer ahí

— Supongo que sí, aunque si tuviera la oportunidad lo haría y aprovecharía para tomar una siesta

— Por supuesto que lo harías, siempre aprovechando el tiempo al máximo, ¿no es así?

— Ya me conoces — dijo Yoongi con una sonrisa

Ambos volvieron a sus consultorios y el Dr. Min tuvo que supervisar una operación de último momento la cual lo dejó agotado. Justo cuando estaba dispuesto a tomarse un respiro le anunciaron que habían programado más citas, por lo cual tuvo que guardar su cansancio para después para atender a los pacientes. A la hora de la salida el doctor Min estaba que se moría de sueño, por fin el Dr. Jung apareció y se subió a su auto para que lo llevara a su hogar.

— Arduo día ¿no? — inició Hoseok

— Y que lo digas — contesto Yoongi con voz cansada

— Bueno... creó qué hay algo que podría mejorar tu ánimo — dijo Hoseok tratando de controlar sus nervios

— Si no es un aumento entonces no lo quiero

— ¿De qué hablas? — río Hoseok y Yoongi se sintió un poco menos cansado solo con ese sonido — más bien es como una pregunta que quiero hacerte

— Bueno, deja el misterio y dilo

— ¿Quieres ir a una cita conmigo? — dijo Hoseok de manera apresurada

— No

— ¡Lo sabía!, sabía que no podías rechazarme porque... espera ¿qué? — los ojos de Hoseok se abrirían más de lo normal ante la respuesta

— He dicho que no — contestó Yoongi con tono frío

— Oh —dijo Hoseok de forma apagada

En ese momento el automóvil en que viajaban frenó en un semáforo, muy cerca de un supermercado y Hoseok lo encontró como una forma de escapar, ya que se encontraba muy avergonzado y afligido, es decir, su colega más cercano lo acababa de rechazar, el necesitaba salir de ahí para que el otro no notara lo herido que estaba.

—Creó que bajaré aquí, necesito unas cuantas provisiones del supermercado

— ¿Estas seguro?, si quieres puedo acompañarte— dijo Yoongi con tomo amable, como si nada de lo anterior hubiera pasado

— No es necesario — comentó Hoseok quitándose el cinturón de seguridad — solo será algo rápido, nos vemos mañana — se despidió y salió del auto

Yoongi solo salió de su shock cuando el auto de atrás tocó el claxon indicándole que avanzara porque el semáforo se había puesto en verde.

Al llegar a su casa la mente de Yoongi era un desastre, la única verdad es que Yoongi se asustó, nunca había tenido una relación seria en su vida, siempre eran encuentros de una noche ya que no quería mostrar sus inseguridades a alguien, no quería mostrarse vulnerable ante alguien, si bien sus amigos más longevos lo conocían a la perfección no era lo mismo que compartirlo íntimamente con alguien, y ahora el ser más amable, carismático, bonito y especial que había llegado a su vida, le estaba pidiendo una cita, ¿a él?; En un inicio Yoongi no quería relacionarse más de la cuenta con Hoseok, trato de ser un buen colega y ser amable con el hombre, pero nunca buscó ser su amigo, eso se fue dando mucho después, cuando descubrió que Hoseok realmente era una buena persona y le estaba compartiendo un poco de su positivismo, todo esto fue desarrollado sentimientos aún más fuertes hacia aquel hombre que siempre lo recibía con una sonrisa al llegar al trabajo, sentimientos que buscaba reprimir en algún lugar porque él no estaba dispuesto a desordenar su vida solo por su amor hacia Hoseok. Aunque una parte de el decía que lo había arruinado todo, que el definitivamente estaba enamorado de Hoseok y que debió haber aceptado esa cita, la otra, solo le indicaba que hacer para llegar a su cama y así dormir, esperando que el siguiente  día las cosas no se tornaran incómodas.

HoSeok se encontraba en el pasillo de bebidas azucaradas en el supermercado, nunca imagino que Yoongi lo rechazaría, siempre pensó que todas las acciones cariñosas que el otro realizaba tenían que ver con ese tipo de sentimientos.

— Hola doctor Min —
— Seok — el típico apodo con el que Yoongi lo llamaba fuera del trabajo, Hoseok mentiría si no dijera que se sentía cálido cada vez que lo escuchaba — hemos hablado sobre las formalidades fuera del hospital ¿no? — comentó Yoongi con una sonrisa pícara
Las mejillas de Hoseok enrojecieron — solo quería salir de personaje — Yoongi sonrió cariñosamente ante la reacción del otro y Hoseok juro nunca haber visto esa sonrisa para otra persona que no fuera el.

El doctor Jung había recibido pésimas noticias su amado perrito Mickey necesitaba una operación de emergencia una operación de emergencia y no podía estar presente, a pesar de sus 27 años, Hoseok, no podía evitar ponerse sensible ante las personas, o en este caso mascota, que amaba. Por lo cual al llegar a su típico almuerzo con el doctor Min, este no pudo evitar notar sus ojos cristalinos y rastros de algunas lágrimas, Hoseok empezó a contarle las malas noticias mientras Yoongi sostenía su mano, al terminar de contar su relato el cardiólogo se levantó de su asiento y no dudó en abrazar al otro, Seok se sintió derretir en sus brazos y lo apretó con un poco de fuerza el otro en respuesta le dio un beso en la frente, ese mínimo contacto quedaría grabado en el corazón de ambos aunque no hubiesen mostrado ningún cambio en su comportamiento después de eso.

Jung Hoseok se propuso actuar como un adulto, de la manera más madura posible ante la vergonzosa y un poco hiriente situación; al ver a Yoongi nuevamente no cambiaria nada, todo iba a ser como si nunca hubiese hecho esa pregunta aunque se sentía aliviado de que mañana fuera su día libre, tenía planeado decírselo al cardiólogo e invitarlo a cenar a su casa ya que tendría tiempo de hacer una cena decente, pero las circunstancias no se lo permitieron. Ahora estaba caminando a su casa con una lata de Sprite en la mano, un corazón un poco herido, pero sin dejarse desanimar por esto definitivamente no quería estar triste o de mal humor en su merecido descanso.

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