シ Rescata Bruja 「taekook」

8| galak

Reproducir Con Altura de Rosalía y J Balvin.

De regreso, ambos iban sentados junto al otro, en un silencio incómodo hasta que a Jungkook se le ocurrió abrir el bolso y ver que había.

—Coño, extrañaba comer las empanadas de Tae. ¿Quieres?

—Si me das...

—Mano te estoy ofreciendo pues, de bolas que te voy a dar si dices que sí.

Tae se puso rojito por haber dicho una vaina tan pendeja y aceptó la empanada que se veía más buena quel coño.

—Gracias.

—Dígalo que está bestial.

Tae le pegó un mordisco y peló los ojos.

—Si están buenísimas. ¿No las vende?

—Que yo sepa no.

—Que chimbo, se haría tremendo negocio.

—Yo le dije, pero no quiere.

—Efe.

—Súper efe.

Jungkook le dio otro mordisco a la empanada y se atragantó cuando el bus dio un brinco y Tae le metió unos coñasos en la espalda para "auxiliarlo".

—Naguevoná, mejor me hubieras sacado el pulmón.

—Sorry, a veces no mido la fuerza.

—No y de paso con esas manotas, naguevoná. No me había dado cuenta, pero tienes rolo e' manos.

Jungkook así bien salío le agarró la mano para verla y sus ojos conectaron con los de Tae y luego ambos apartaron la mirada, extrañados y sonrojados.

El camino a casa de Jungkook fue más incómodo quel coñoesumadre. Solo llegaron, Kook le dio el anillo y Tae se fue palco sin decir más que un "gracias por todo, te debo una, chao".

La tensión que se formó entre ambos era tan intensa como el queso que le tengo a las empanadas de carne molida con salsa de ajo y una malta fría de las que venden en Los Símbolos. Así de arrecha.

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1 semana después.

—Tae, hijo, ¿no conoces a nadie que venda guarapita? —dijo su papá.

Taehyung no aguantaba más estudiar para los parciales, quería que Chávez en pantaleta con cabeza de pájaro y cuerpo de chigüire le expropiara la vida, pero en lo que escuchó guarapita, se activó en el asunto.

—¿Vas a hacer una reunión?

—Claaaro.

—¿Y esa vaina?

—Porque... —su papá fingió pensar —Porque estamos vivos.

Su papá era así, más bien, toda su familia. Buscaban cualquier mínima excusa para beber y bochinchar porque si y ya.

—Que mejor motivo que ese.

—Claro mijo, uno no sabe en este país, con las vainas como están.

—Es verdad... Y sí conozco a alguien que vende. Es hermano de un amigo de Nam.

—Pídele 7 botellas y si las puede traer.

—Dale.

Obviamente Tae no tenía el número de Jungkook así que se lo pidió a Nam y como este no lo tenía le pasó el Instagram de su negocio de curdita.

Tae de nervioso le escribió y que "venden guarapita?" pero para cuando se dio cuenta de su estupidez, Jungkook le respondió "sí, así como dice la bio y el nombre".

Cuadraron la curda y Jungkook le pidió el número para llamarlo y entregarle la vaina.

Jungkook lo llamó cuando estuvo frente a su casa y Tae lo fue a recibir.  Le dio lo riales y en eso venían llegando Nam, los dos Hoseok y Yoongi.

—¿Tú que haces por aquí? —dijo Yoongi.

—Chambeando.

Jungkook señaló la curda en los brazos de Tae y Nam peló los ojos. ¿Su papá iba a hacer algo? Jejerrrrrga.

—Espérenme aquí un momentico.

Nam entró y salió a los dos minutos.

—Pasen todos pues que van a hacer parilla y están invitados, si no tienen nada que hacer, claro. Tú también Kookie.

—Bueno si va pues, gracias —dijo Hobi con una sonrisa mollejúa. 

—Llegamos a buena hora y Kook también sin querer —dijo Hoseok.

—Así es la vida y hay que aprovechar. Pero ya va Nam, antes de entrar, tengo que ir a cambiarme.

Nam miró a Jungkook de pies a cabeza.

—Yo te veo fino.

Jungkook tenía unas bermudas azules con una mancha de cloro en un bolsillo, una franela mínimo cuatro tallas más grandes con un hueco en un hombro, manchas de aceite y unas croc medio rotas. Lo único decente era su cabello.

No si, bello que estaba.

—Marico ¿tas bien? Parece un pordiosero —dijo Yoongi —Anda a cambiarte.

—No le pares bola, aquí estamos en familia —dijo Nam.

—Gracias pero igual voy a traer una guarapita especial. Pero necesito que Yoongi me ayude.

—Ah bueno si va pues. Llevate a Tae mejor —dijo Nam.

—No si, a mi no me estés mandando como si fuera un muchachito.

—A que le digo a mi papá que...

—Vamos, Jungkook.