12| ping pong

896 144 46
                                    

Reproducir Tu Ausencia de Pedro Arroyo.

—Coño pero esto está buenísimo, Jungkook —dijo el papá de Tae deleitando la Guarapita que llevó Jungkook —¿Cómo las haces?

—Ah bueno mi señor, ahí hay un secreto familiar que no puedo decir, pero lo demás sí.

—Relajao, tampoco la vamos a hacer porque aquí lo que hacemos es beber.

Entonces Jungkook se instaló a hablar con el papá de Tae de alcohol y comida durante media hora y cuando sirvieron la parrilla, también estaban hablando.

Por su lado, Tae los veía con una pequeña sonrisa. De bolas que él no sabía que parecía un gafo enamorado, pero por suerte, nuestro querido Yoonkleiver, estaba ahí para decírselo.

—Tú casi no sonríes. Pareces el marico de mi hermano. Que por cierto, como que le cayó bien tu papá porque al bicho ese le cae mal la gente.

Yoonkle le dio unas palmaditas en la espalda y antes de irse por ahí, le dijo:

—Parece de piedra, pero es un bebé.

Y se piró.

¿Ajá y que hacía Tae ahora con esa información? De paso, no entendió.

Miró a Jungkook una vez más y lo vio doblarse de la risa. Su papá era muy cómico y le sacaba lágrimas a la gente. Pero no esperaba ver a Jungkook reír tanto. No era algo que se imaginaba porque el carajo tenía esa pinta de que donde te veía te reventaba y resulta que ahí estaba, riéndose de los chistes malucos de su papá.

Total que Tae se terminó de comer su parrillita, limpió lo que le tocaba limpiar y finalmente se fue a pasar la llenura bajo una matica de mango que había en su patio. Arrecho, con mata de mango, que envidia.

Jungkook apareció gritando:

—¡UH, AHÍ ESTÁ, UH! SE LA LLEVÓ EL TIBURÓN, EL TIBURÓN.

Y como Tae no es medio guebón, se cayó de culo del banquito dándole una buena razón a Kook para reírse.

—Cuidado te caes —le dijo con cara de  "preocupación".

Tae se levantó, aún aturdido.

—¿Qué pasó? ¿Te aburriste?

Jungkook se extrañó de que Tae no le dijera nada de que fue su culpa que se cayera. Muy en el fondo, hablándoles claro aquí de serio entre panas, Jungkook quería pelear con el chamito. ¿Razón? Tae se veía bonito arrecho. También sonriendo pues, pero peleando con él, al menos le podía caer a labia.

Así es mi gente bella, Jungkook de La Trinidad Palacios, había admitido y aceptado que le quería caer a lata a Tae, pero primero debía cumplir con el respectivo protocolo de chanceo para lograr su cometido.

Pero eso no significaba que no le podía caer con unas líneas ahí mismo. Pero disimulado, tú sabes cómo es la vaina. Ja wenoooo.

—No vale. Sólo que no te vi por ahí y te andaba buscando.

Tae lo miró sorprendido y se le pusieron los cachetes rojitos. ¿Por qué tenía esa reacción? Ni que Jungkook le gustara sapegatorade.

—¿A mí? ¿Y eso?

—Bueno porque yo vine contigo pues. Y me dejaste botao como a un perro. Eso no es de un buen anfitrión.

Ya la cagaste, Jungkook Alberto.

—Te invitó fue Nam. No yo.

—Conchale pero aún así vinimos juntos en el autobús ¿o te vas a olvidar de esos momentos que tú y yo pasamos juntos?

Jungkook dijo lo último cantandito como la salsa, cosa que a Tae le pareció muy gracioso y dejó un poquito su amargura. Eso era el estrés por la universidad y el no saber porqué coñoesumadre cada vez que Jungkook sonreía, el corazón le hacía tucun tucun tucun.

Lo perdimos.


Tengo clase en un rato y no he leído NADA. Deseenme suerte xd.

No falta mucho para que termine ;)

-val.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 12, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

シ Rescata Bruja 「taekook」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora