Capítulo 10: Seducción

2.1K 331 69
                                    

Tras tantos años, hoy se sentía lleno. Era la primera vez en mucho tiempo que no sentía un hambre atroz y que no perdía la cordura. No hacía falta atacar a nadie, ni salir a buscar una presa de la que alimentarse, ni tener que controlarse para impedir acabar con su vida. Ese chico era una fuente de alimento inagotable siempre y cuando estuviera al sol. Sasuke jamás pensó que pudiera existir una sirena con un don semejante.

Por un segundo, pensó en lo que eso suponía. Si el resto de las sirenas de cola negra se enterasen... ese chico estaría en peligro. Todos desearían obtener alimento inagotable y, por tanto, supo al instante, que debería mantener el secreto sobre su don. Nadie podía enterarse de algo así y, desde luego, por más que amase a ese chico, no estaba dispuesto a aprovecharse de él.

Sasuke alejó sus labios unos segundos al darse cuenta de ello. No quería ponerle en peligro, pero lo haría si seguían juntos.

- ¿Qué ocurre?

Naruto ni siquiera abrió los ojos. Sentir las suaves manos de Sasuke sobre sus mejillas era suficiente para tenerle en ese estado de embriaguez absoluta. Todo de Sasuke le hipnotizaba y excitaba. Sus besos eran simplemente perfectos e indescriptibles, sus manos suaves y delicadas, sus dedos juguetones y siempre dispuestos a proporcionarle agradables caricias... ¡Sí! Era perfecto. Por eso mismo, se negaba a abrir los ojos y romper el embrujo.

- No podemos estar juntos, yo...

- Quiero estar contigo. He intentado acercarme a ti desde el primer día que te vi en ese muelle, he querido conocerte y ahora que lo hago, no quiero alejarme de ti.

- No sabes nada de mí, Naruto. Soy un peligro para ti.

- No lo eres. Siento el cariño que emana de ti hacia mí. Tus besos son delicados. Sé que no quieres hacerme daño.

- Que no quiera hacerte daño no significa que no pueda hacerlo. Si me descontrolo... si los de mi especie llegan a saber de tu existencia, estarás en grave peligro. Es mejor que mantengas todo esto en secreto, sobre todo tu don.

Naruto sonrió al escuchar sus palabras. Desde niño, le habían dicho lo que debía hacer, cómo comportarse... nunca había podido tomar ni una sola decisión por sí mismo, pero estando en la superficie, se sentía libre por primera vez. No era el príncipe de Náutica, no era un tritón especial, sólo era un humano más, un estudiante universitario que durante un año, tenía la opción de conocerse a sí mismo y descubrir quién era y qué le gustaba. ¡Y le gustaba ese chico!

- ¿Por qué sonríes así?

- Hablas como mi padre – sonrió – siempre diciéndome lo que debo hacer. Me gustas, Sasuke y me da igual todo lo demás.

- Es peligroso.

- Me da igual que lo sea. Quiero estar contigo. Tú me protegerás del peligro – sonrió.

- No puedo protegerte de todo esto.

- Confío en ti.

- No deberías. Puedo perder el control. El hambre que siento podría regresar en cualquier momento.

La incertidumbre se vislumbró en la mirada de Naruto al escuchar esas palabras. Sasuke acababa de alimentarse, entonces... no debería perder el control demasiado pronto, o eso era lo que él suponía.

- ¿Cada cuánto tiempo sientes hambre? – preguntó Naruto por sacarse las dudas de la cabeza. Necesitaba hacerse una idea.

- Suelo tener hambre casi siempre – susurró Sasuke – yo... nunca suelo saciarme y pierdo energía demasiado rápido. Los de mi especie pueden aguantar uno o dos días sin alimentarse, pero yo perdí algo importante hace mucho tiempo, una parte de mí que hace que no pueda restablecer el cien por cien de mi energía, así que la gasto más rápido de lo normal.

Entre corales (Naruto)Where stories live. Discover now