Capitulo 11

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-Damas y caballeros,  amigos y familiares, bienvenidos a todos -Thomas Sevilla se puso en pie y sonrió-. En este día tan especial quisiera agradeceros a todos que estéis aquí,  no sólo por mí,  sino también en nombre de mis amigos Ezequiel e Isabella.  Este día no habría resultado tan mágico sin vuestra presencia.

Hubo una pausa para los aplausos y ella tuvo que admitir que su padre sabía anular al público.

Era una pena que no supiera hacer que sus propias hijas se sintieran igual de especiales.

-La unión de nuestras dos familias ha sido largamente deseada y esperada. Y no sólo por las evidentes razones comerciales, aunque sé que más de uno estará encantado al saber que sus acciones estarán a salvo un año más.

Las risas surgieron, sobre todo provenientes de una mesa de comensales de mediada edad acompañados por esposas bastante más jóvenes.

-Pero tengo otros motivos, mucho más importantes,  para desear está unión irrevocable.

Helena tragó nerviosamente al oír la palabra 《irrevocable》, y sintió que Michael daba un respingo. ¿También pensaba en como dar por terminado ese matrimonio? ¿O cómo mantenerla en él?

-Helena,  mi Helena, siempre ha sido mi niña bonita. Mi niñita. Y verla con un hombre como Michael,  un hombre al que ya había dado mi confianza,  es toda una alegría.
Las mejillas de Helena pasaron del rosa al rojo bermellón.  Michael le tomó una mano y se la apretó.

-Michael  -Thomas se volvió hacia su yerno-, hoy te he entregado un tesoro. Cuidalo bien.

-Lo haré,  señor -la voz de Michael se mantuvo firme y todo el mundo prorrumpió en aplausos.

-De acuerdo, puede que no haya sido tan horrible  -murmuró ella mientras Thomas continuaba con una sarta de agradecimientos a Isabella por haber ayudado a criar a su hija y a organizar la boda-. Bueno, a ratos.

-Pues espera oír el mío  -Michael bromeó.

Helena se puso tensa al instante.  ¿Qué iba a decir? 《Hola, chicos, ya sé que habéis venido para verme casar con otra mujer, pero ha habido un cambio de planes y, dadas las circunstancias,  era la mejor opción. ¿Alguien quiere más champán?》.

-Entiendo que te preocupe el hecho de haberte casado con un tipo al que ni siquiera hubieras considerado para una cita, y con el vestido de novia de otra -le susurró él al oído con gesto perplejo-. Pero que la idea de mi discurso te ponga así de tensa... Ni siquiera necesitas el corsé.

-No es la idea de que pronuncies un discurso. Es la idea de que hayas adaptado un discurso destinado a Karol para que encaje conmigo. Saber que todos son conscientes de que en realidad estás hablando de otra mujer.

PLANES DE AMORWhere stories live. Discover now