De un pronto a otro toda la culpa estaba sobre mis hombros. No fui capaz de callar sus voces, yo lo permití. Permití ser lo que hoy soy. Sólo tenía en claro algo, estoy en éste mundo por mí, sólo por mí. Comprendí que nadie haría nada por mí. Que el mundo es cruel y debes amoldarte a esa crueldad, ser parte de esto.