Ella era una tormenta. No de esas de las que huyes, sino de esas que persigues. Ella era fría, ella era ruda, pero lo que no saben es que sus sentimientos y su corazón guardan un gran temor, y solo aquel que aprenda a conocerla y comprenderla tendrá el placer de atravesar esa barrera. ¿Y quien mejor que alguien igual a ella?