Tres años después del ataque del Kyuubi la vida de Hatake Kakashi tomó un nuevo rumbo, colocándolo al mando de un grupo de reclutas que lo acompañaron desde su inicio como capitán ANBU hasta esa última misión que terminó por revelarle por completo la verdad del mundo shinobi. El soporte de la paz en Konoha es un hilo muy frágil hecho con la sangre de sus propios habitantes.