La muerte de Cangse Sanren y su esposo Wei Changze impacto al mundo de la cultivación, dejándolos tristes por la partida de tan buena cultivadora. Pero lo que más había impacto era que habían dejando huérfano a un niño, el hijo de Cangse Sanren, talvez a futuro un cultivador tan bueno como ella, haciendo que más de una secta anhele encontrarlo y hacerlo su disipulo.