Takemichi pensaba que iba a tener una vida tranquila, una vida junto a quien creyó que sería el amor de su vida. Pero ahí estaba, frente a la lápida de Draken, y sin saber cómo iba a criar al bebé en su vientre.
Takemichi pensaba que iba a tener una vida tranquila, una vida junto a quien creyó que sería el amor de su vida. Pero ahí estaba, frente a la lápida de Draken, y sin saber cómo iba a criar al bebé en su vientre.
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué sucedería si esa historia no termina allí? ¿Qué pasar...