-Suéltame... No puedes hacer esto -Siseé y traté de apartar la mirada. Sabía que mirarla sólo empeoraría las cosas. -Tienes que divorciarte de él ¿Me estás escuchando? Eres mía -cuando Lauren se inclinó, empujé su hombro con todas mis fuerzas para apartarla. -¡Cállate! -mi sangre hervía-. Amo a mi marido. ¿Me oyes? ¡Lo amo! Y tú no eres nadie para mí. Su mandíbula se endureció y sus labios se fruncieron cuando me observó con una sonrisa en sus labios. -Sólo eres de Lauren - se enderezó y se pasó el pulgar por la sien, como solía hacerlo siempre. Así que inhalé antes de salir corriendo, preguntándome cómo iba a decirle a mi marido que su tan buena y querida jefa, era Lauren Jauregui. Mi Ex... (Adaptación gip)