Lo único que nos une es el miedo y las cadenas. Miedo que se apodera de mi cuerpo cada vez que te acercas, cada que tu mano se posa sobre mis mejillas, si no es en mi cabeza... manos que son tan inesperadas que me mantienen en alerta cada que te veo... mi vista se nubla de lagrimas al tenerte cerca... me das miedo. Y ni hablar de las cadenas... cadenas que sujetan mis manos, cadenas que rodean mi cuello, cadenas que agarras con tu firme mano mientras me miras con burla ¿o lujuria? La verdad nunca te entiendo, y no quiero hacerlo...