- Yo pensaba que la Real Academia solo aceptaba hombres. Emily cerró el cuaderno de su hermana y la miró interrogante. - Y así es.- Respondió Jane sonriente. -Oh no, Jane. ¿Qué has hecho?- Preguntó Emily. Ser mujer no evitaría que Jane Wood acudiese a la Real Academia de Arte de Londres. Aunque no contaba con la presencia de cierto caballero que podría hacer que su plan se desmoronase. Lo que no esperaba tampoco Benedict Bridgerton era que la llegada de un nuevo estudiante a la Academia fuese a hacerle dudar de todo, incluso de sí mismo.