Mientras el sol se elevaba sobre el horizonte, Emma Grindelwald se preparaba para dejar atrás su vida familiar y embarcarse en una aventura que cambiaría su destino para siempre. La emoción y el nerviosismo se entrelazaban en su pecho, como las ramas de un árbol antiguo, mientras se preguntaba qué secretos y maravillas esperaban en el legendario castillo de Hogwarts.