Mientras el sol se elevaba sobre el horizonte, Emma Grindelwald se preparaba para dejar atrás su vida familiar y embarcarse en una aventura que cambiaría su destino para siempre. La emoción y el nerviosismo se entrelazaban en su pecho, como las rama...
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☆°•NEW HOUSE•°☆
Emma se bajó del avión en el aeropuerto de Heathrow, sintiendo una mezcla de emociones. Estaba emocionada por empezar su nueva vida en Londres, pero también sentía nostalgia por dejar atrás a sus amigos en Nueva York. Su padre y madre, los poderosos señor y señora Grindelwald, la rodearon con un abrazo reconfortante.
Mientras recogían su equipaje, un hombre elegante con un traje negro se acercó a ellos. "Señor y señora Grindelwald, bienvenidos a Londres. Estoy aquí para llevarlos a su nuevo hogar", dijo con una inclinación de cabeza.
El chofer los llevó a un lujoso Bentley que los esperaba en la puerta del aeropuerto. Emma se sintió como una princesa mientras se subía al auto con sus padres.
Mientras el auto avanzaba por las calles de Londres, Emma se maravillaba de la arquitectura antigua y las calles empedradas. Se sentía como si hubiera viajado en el tiempo.
El chofer, que se presentó como James, les habló sobre los lugares turísticos de la ciudad y les recomendó algunos restaurantes de alta cocina.
Después de un trayecto en el lujoso Bentley, la familia Grindelwald llegó a su nuevo hogar, la impresionante Mansión Grindelwald. La mansión era una estructura antigua y majestuosa, con torres y almenas que parecían sacadas de un cuento de hadas. La arquitectura era similar a la de los castillos medievales, con piedras grises y ventanas altas y estrechas.
Al entrar en la mansión, Emma se sintió como si hubiera entrado en un mundo de fantasía. El interior era lujoso y opulento, con muebles antiguos y tapices valiosos. La decoración era exquisita, con detalles en oro y plata que brillaban en la luz.
La mansión era tan grande que parecía un laberinto, con pasillos y habitaciones que se extendían en todas direcciones. Emma se sintió emocionada de explorar cada rincón de su nuevo hogar.
Emma se adentró en la mansión, maravillada por la opulencia y la historia que parecía impregnar en cada piedra. Su madre, la señora Grindelwald, la guiaba por los pasillos, mostrándole las diferentes habitaciones y explicándole la historia detrás de cada objeto y cada obra de arte.
Mientras exploraban, Emma descubrió una biblioteca impresionante, llena de libros antiguos y raros. Su padre, el señor Grindelwald, le mostró un libro en particular, un tomo encuadernado en cuero negro con símbolos misteriosos grabados en la cubierta.
"Este es un libro muy especial, Emma", dijo su padre. "Contiene secretos y conocimientos que han sido transmitidos a través de generaciones de Grindelwald".
Emma sintió un escalofrío al tocar el libro. Sentía que había algo misterioso y poderoso dentro de él.
Emma abrió el libro con cuidado, sintiendo el peso de la historia y el misterio que contenía. Las páginas estaban amarillentas y crujientes, con textos escritos en una lengua que no podía entender.
