Mientras el sol se elevaba sobre el horizonte, Emma Grindelwald se preparaba para dejar atrás su vida familiar y embarcarse en una aventura que cambiaría su destino para siempre. La emoción y el nerviosismo se entrelazaban en su pecho, como las rama...
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☆°•THE MOVE•°☆
"No quiero irme", dije cruzando los brazos y mirando a mis padres con desafío. Estábamos en la sala de estar, rodeados de cajas y objetos empacados. La luz del sol entraba por las ventanas, iluminando el polvo que flotaba en el aire.
"Emma, no es una pregunta", respondió mi padre sin levantar la vista de su revista. Estaba sentado en su sillón favorito, con una expresión de indiferencia en su rostro.
"¿Por qué tenemos que mudarnos a Londres? No entiendo", insistí. Me sentía frustrada y confundida. ¿Por qué teníamos que dejar nuestra casa, nuestros amigos, nuestra vida en Nueva York?
