Las cosas intangibles son aquellas que somos incapaces de percibir con alguno de nuestros cinco sentidos. Como la felicidad, la tristeza, el cansancio, la ansiedad... El destino también es intangible. Está ya escrito, es imperceptible, intocable, inamovible. Pero ¿y si logras lo imposible? ¿Y si logras sentir tu propio destino entre tus dedos, lo acaricias, le temes y... lo arrancas? ¿Y si tu propio destino fuese tangible?