-Una hembra con todas y sus malditas letras. Eres un maldito pecado, Lilith, ya sé por qué el diablo te eligió como su reina. Maldito miserable. -Como lo dijiste, ya tengo a mi diablo. -No, nena, él es solo un hombre creado de tierra, yo soy tu diablo -es como si no pudiera contradecirlo, como si sus palabras fueran ciertas-. Ven aquí.