Ciel estaba convencido de que él había desaparecido, que su vida por fin estaría tranquila. Se suponía que Alois se habría reencontrado para siempre con su amado Luka, gracias a Hannah, la demonio responsable de toda su miseria. Pero, ¿quién diría que el apellido Trancy se haría tan inmortal como el apellido Phantomhive? Ahora Alois estaba completamente conciente, con vida, y siendo un demonio, tal cual como Ciel lo era. Tenía un nuevo propósito de venganza: Hacer la vida de Ciel más miserable de lo que fué la suya. Todos los derechos reservados. ©