Si eres tímida, borde y un poco antisocial a veces; no te va mucho lo de hacer amigos; o bien eres patética hablando con tíos, lo que menos querrías en el mundo es tener que estar durante una hora entera en una mini habitación con alguien del sexo opuesto que no conoces de ABSOLUTAMENTE nada. Bien, pues de eso iba el nuevo café que habían abierto al lado de mi casa. De citas a ciegas. Y yo había terminado en una de ellas, engañada por mi mejor amiga Riley. Por si no ha quedado claro, yo cumplía todos los requisitos de arriba. Todo empezó aquel día. Y resultó que al final, pese a lo ridículo que pueda sonar, ese maldito café cambió mi vida.