Asustadiza era la palabra que definía a Eleanor Blaz: creyente del amor desde pequeña fue descubriendo que este en algún punto de la vida se convertiría en su más grande temor. Aquel ojiverde de cejas delgadas, labios rosados y sonrisa cautivadora sería el responsable de aquel miedo tan grande hacía el amor, llevándola a cuestionarse sobre su forma de ser y de ver la vida. Sin esperanza de volver ha amar, su vida da un giro al conocer a aquel pelinegro de cejas delgadas, ojos esmeraldas y un interminable vacío. Sin esperarlo comienza a descubrir que no son tan diferentes, quizá logrando que el amor regresara a su lado. Nadie dijo que el amor era fácil y ella lo tenía muy en claro. "Arriesgarse al amor de nuevo no era tan malo como parecía serlo ¿o si? Esta obra me pertenece en su totalidad, los personajes son inspirados en los personajes ya mencionados. No se aceptan plagios ni adaptaciones..