Dios, qué desastre. Todos estos años, inuyasha no tenía idea de que moroha existía. Al principio, tía kaede sospechó cuando le dije que inuyasha no sabía nada de mi embarazo y que Naraku nos mintió a los dos.
Dijo: -Solo porque inuyasha dijo eso no lo hace verdad. Cuestioné el por qué mentiría. Se encogió de hombros y dijo: -¿Por qué alguien miente? Ni siquiera lo consideré, para ser honesta. Pero supongo que tía kaede trata con mentirosos todos los días, que ahora es parte de su carácter sospechar de la gente. Me di cuenta que inuyasha no mentía. Su reacción justo cuando comprendió que tenía una hija no era algo que pudiera fingir.
Lo pasé todos estos años odiando por alejarse de moroha, y ahora, sé la verdad... que no la abandonó. No sé cómo sentirme. Me engañó. Ese hecho no ha cambiado. Y, ahora, es todo lo que me queda a lo cual aferrarme, mantener mi ira y mi resentimiento vivos. Porque ver a inuyasha después de todo este tiempo ha sacudido mis emociones. Siempre me fue imposible permanecer cerca de él y no sentir algo. Y, después de sus palabras de despedida de ayer, lo tengo que mantener a distancia.
-Vine por ti. No sé qué quiso decir exactamente con eso. Qué quería de mí. Bueno, sea lo que sea, no tengo intención de averiguarlo. inuyasha rompió mi corazón, y no dejaré que lo haga de nuevo. Se encuentra aquí por moroha, y eso está bien. Bueno, no está bien. Es difícil.
Se siente complicado que ahora ella tendrá otra figura parental. He sido la única por tanto tiempo. Y, por mucho que me alegre que tenga a su padre, aun me atemoriza que, en el futuro, la tendré que compartir con Inuyasha. Me encuentro vestida y lista, tomando una taza de café, tratando de calmar mis nervios histéricos antes de que él llegue. Moroha está arriba, vistiéndose. Ayer le dije que iríamos al parque con un viejo amigo de mamá. Y, siendo la niña que es, escuchó la palabra parque, y no se registró nada más. Para ella, no es gran cosa. Pero es todo. Y no sé si manejo bien esta situación. Si hay una cierta forma en la que debería hacer las cosas. Tal vez me equivoco al no decirle a Moroha de inmediato que Inuyasha es su padre. Simplemente no la quiero confundir o entristecer. Creo que, si al menos lo conoce antes de que deje caer la bomba, podría facilitar las cosas. Espero. Es fácil enamorarse de inuyasha. Lo aprendí de la manera difícil. Solo rezo para que Moroha nunca tenga que experimentar lo que es perder a inuyasha. Tía kaede entra a la cocina, lista para trabajar.
-Te ves bonita - dice. Miro fijamente mi atuendo. Uso pantalones ajustados y una gruesa blusa tejida blanca con botas marrones hasta la altura del muslo. Me ricé el cabello, y uso maquillaje. Normalmente no me esforzaría tanto por llevar a Moroha al parque, pero es mi ex, quien me dejó por otra mujer, y me niego a lucir como una mierda a su alrededor.
-¿Demasiado? -pregunto.
-Perfecto. -Guiña un ojo. Agarro una taza, le sirvo un poco de café y se la entrego. No hay necesidad de preguntarle a tía Kaede si quiere una. Su tipo de sangre es cafeína. -¿Dónde está Moroha? -pregunta.
-Arriba, vistiéndose. Insistió en vestirse sola -digo a tía Kaede. Eleva sus cejas.
-Debería ser interesante. El estilo de Moroha puede ser un poco extravagante cuando se le permite vestirse sola.-De hecho, estoy deseando ver lo que usará. -Río.
-¿Estás lista para hoy?
-No.
-Estará bien, kag.
-No lo sé -digo suspirando.
-kag, él te jodió, y lo odio por eso. Pero, si crees que no sabía nada de que estuvieras embarazada, entonces le creo. Y, después de pensarlo, tiene sentido. La familia es importante para Inuyasha. Fidelidad, no tanto. Pero su familia lo es todo para él. Haría cualquier cosa por esos hermanos suyos. Moroha es su sangre. No le hará daño.
-Sí, tienes razón.
-Siempre tengo razón. -Sonríe, vacía su café y deja la taza en el fregadero-. Me dirijo a la estación. Pero puedo esperar si quieres que me quede cerca hasta que llegue Inuyasha.
-No, puedes irte. Estaré bien. Escucho el ruido de Moroha bajando las escaleras. Para una bailarina que es liviana sobre sus pies, es como un elefante en esos escalones.
-¿Mami? -exclama.
-En la cocina -respondo. Con una sonrisa en mi rostro, la observo a través de la puerta abierta mientras se acerca a mí. Lleva mallas negras con calaveras, las cuales formaban parte del disfraz de Halloween del año pasado. Una camiseta gris de Mi Pequeño Pony, una chaqueta de mezclilla y sus botas forradas de piel marrón. Y, para terminar el conjunto, un tutú azul brillante, que era parte del vestuario de su último recital de baile. De hecho, se ve genial.
-Bueno, mírate, Moroha bebé -le dice tía kaede cuando entra a la cocina.
-¿Te gusta mi lopa, abuela kaede? Tía kaede la levanta y la besa en la mejilla.
-Me encanta. Te ves hermosa. -Baja a Moroha a sus pies.
-Bien, la abuela kaede va a trabajar. Qué la pases bien hoy, moroha. Tía kaede se detiene y me besa en la mejilla. -Respira -susurra-. Estará bien. Y, recuerda, sé cómo deshacerme de un cuerpo para que nunca lo encuentren. Me encuentro con sus ojos brillantes y me río entre dientes.
-Te amo -digo.
-También te amo. Y amo a mi niña Moroha. -Le da un beso a moroha y luego sale de la cocina.
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Ruin (Adaptada) (InuKag)
FanfictionY el nuevo campeón mundial de los pesos pesados es... Esas son las palabras que Inuyasha Taisho ha estado esperando escuchar desde que se puso por primera vez un par de guantes de boxeo. Simplemente no pensó que vendrían con una tragedia que cambiar...