Te amo desde siempre

Capitulo 15

Temo había llegado al kinder pero estaba triste ya que ese día Ari no se fue junto con él. Al llegar al salón vio a sus amigos Diego y Yolo sonriendo.

-¿Ya llegó Ari?- preguntó Temo.
-No, pero nos dijo que te diéramos esto- dijeron ambos entregándole una hojita.

Temo sonrió al ver lo que decía: “Temito, perdón por haberme ido sin ti pero te tengo una sorpresa”. En ese momento otra maestra había entrado al salón y se agachó a la altura de Temo.

-Hola Temo- lo saludó-. El pequeño Ari me dijo que fueras a un lugar del patio, está en un lugar donde se conocieron. Te tiene una sorpresa.

Una enorme sonrisa se dibujó en el rostro de Temo y salió del salón para dirigirse a los columpios del patio, no fue donde exactamente se conocieron pero los columpios representaban el inicio de su historia.

-Amiga, escuché decir a la maestra que Ari tiene una sorpresa y creo que es para mí- dijo Amanda.
-Si amiga, seguramente te va a pedir que seas su novia- dijo Sofia, pero se pusieron serias al escuchar las risas de Diego y Yolo.
-¿Escuchaste a Amanda, Yolo?- preguntó Diego riendo-. Aun sigue pensando que Ari le va a pedir ser su novia.
-Que ilusa tan tonta- dijo Yolo riendo.
-Callense tontos, no se burlen de mi amiga.
-Dejalos Sofia, mejor acompañame a buscar a Ari.

Las niñas estaban por salir del salón pero la maestra apareció frente a ellas.

-¿A dónde jovencitas?- preguntó la maestra.
-Vamos a ir al patio porque Ari le tiene una sorpresa a ella- dijo Sofia.
-Si maestra, dejenos salir por favor- suplicó Amanda.
-Lo siento niñas, pero su maestra solo le dio permiso a sus compañeritos Ari y Temo de estar afuera. Regresen a sus lugares.

Amanda se enojó al no obtener el permiso de salir, Diego y Yolo se reían en silencio de ellas.

Temo llegó a la zona de juegos y vio a Ari sentado en uno de los columpios, recordó el día que se conocieron en aquel parque y jugaron un buen rato.

-¿Qué haces aquí Ari?- preguntó Temo.
-Ven Temito, vamos a ver algo- dijo Ari tomándolo de la manita y llevándolo a un lugar.
-¿Si trajiste a Duffy?
-Te prometí que lo traería sano y salvo, pero él te tiene una sorpresa.

Los niños llegaron a un salón en el que había un pequeño escenario que los maestros usaban para las obras de teatro con marionetas. Se sentaron y el telón se abrió para dar inicio a una pequeña obra, aparecieron los dos peluches.

-Hola señor Plumas- dijo Liz haciendo la voz para Duffy.
-Hola Duffy- dijo Luigi haciendo la voz para el pollito-. Oye, ¿dónde está nuestro público?
-¿No lo ves? Son estos dos hermosos niños.
-¡Oh, hola pequeños! El día de hoy les vamos a contar una historia.

Los dos pequeños reían por el espectáculo que iban a presentar sus maestros, Ari tomó la pequeña mano de Temo y el show comenzó.

-Un día un pequeño niño llamado Ari paseaba por el parque junto a sus padres- contaba Liz-. Y cuando fue a jugar a los columpios se encontró con un hermoso niño llamado Temo, ambos se hicieron grandes amigos.
-Pero un día el pequeño Ari descubrió lo mucho que quería a Temo, algo más allá de una amistad- continuó Luigi-. Ari no sabía cómo decírselo pero en el momento correcto le llegaron mensajitos a Temo.

Las manos de los peluches sostenían unas hojitas, las cuales Temo tomó para leerlas.

-¿Qué dicen, Temo?- preguntaron los peluches.

“El primer momento en que te ví descubrí que eras y eres el niño más bonito de todos”.

“Nunca olvidaré el día que nos conocimos”.

“Desde aquel beso que me diste en la mejilla mi corazoncito comenzó a sentir algo por ti”.

“Y en este día mi Temito bonito quiero preguntarte algo”.

“¿Quieres ser mi novio?”.